La Educación en la Antigua Roma
El objetivo de la educación en la antigua Roma era preparar al niño para su ingreso en la propia sociedad romana.
La educación del ciudadano no perseguía darles los conocimientos necesarios para desempeñar una profesión, sino que le preparaba para ser hombres cultos y/o ejercer sus derechos como ciudadano, para ello, necesitaba saber leer, contar y expresarse.
Esto sólo se podía hacer mediante el arte de la oratoria y apoyándose en la cultura general.
El prototipo de romano ideal era un militar formado por un hombre político y un intelectual.
La preparación militar se proporcionaba mediante ejercicio físico diario, la preparación para ser un ser político e intelectual se alcanzaba una vez superada las enseñanzas primaria, es decir, en las escuelas superiores.
La educación romana intentaba inculcar en el niño una serie de cualidades importantes en la época. Estos valores eran proporcionados tanto por padres como por el mismo Estado:
- El ahorro y la lealtad eran los primeros ideales romanos (virtudes del campesino)
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Alcanzar la perfección romana mediante tres aspectos:
- Intelectuales: mediante la cultura general
- Moral: resaltando los valores de comprensión, benevolencia, cortesía, etc.
- Político: procurar el bien de la comunidad.
- La disciplina: el ciudadano debe respetar la leyes, las tradiciones, los magistrados y el orden establecido.
- La razón: cualidad práctica que consiste en discernir qué es más conveniente para sacar mayor provecho.
No podemos hablar de un sistema educativo romano hasta el Siglo III a.c., antes de esa fecha la educación era un asunto meramente familiar.
La crianza del pequeño hasta los siete años de edad pertenecía a la madre, una vez transcurridos esos años, el niño pasaba a estar bajo la tutela del padre y la niña seguía con la madre.
El niño aprendía agricultura, el manejo de las armas y/o los ritos religiosos y la niña se formaba en las labores domésticas.
Cuando los romanos entraron en contacto con la civilización griega, se demostró que la educación familiar no era suficiente y muchos padres decidieron dejar la educación de sus hijos/as en manos más preparadas. Roma se llenó de preceptores griegos y filósofos.
Además del preceptor privado que contratan las familias más pudientes, aparece la figura del maestro de escuela que da formación a los niños/as pobres y esclavos. La primera escuela primaria apareció en el 234 a.c., a partir de entonces se fue perfilando lo que acabaría siendo el sistema educativo romano.