Métodos de enseñanza de la Escuela Nueva
Las nuevas teorías que daban forma a la Escuela Nueva dieron como resultado una serié de métodos que se basaban, fundamentalmente, en el activismo escolar, es decir, en actividades en las que predominaba la espontaneidad y la libertad del niño/a con la idea de conjugar tanto la teoría como la práctica en sus aprendizajes y no se centrará sólo en la adquisición de conocimientos.
Éstos métodos se pueden agrupar en una serie de principios pedagógicos, como son:
La Globalización: surge de la teoría de la Gestal, según la cual los fenómenos psíquicos se expresan globalmente. De este modo, los contenidos de la enseñanza se deben organizar en unidades globales, con un criterio unitario y totalizador.
De la evolución de este principio surgen las unidades didácticas. Los métodos que destacan en este principio son los creados por Decroly, Morrison y Demolins.
La Individualización: este principio consiste en tener en cuenta las necesidades de cada alumno en particular, para que el niño/a pueda desarrollarse y hacerse responsable.
Para llevar esto a cabo, se hacen subdivisiones en cada grupo escolar según distintas categorías como la edad, la capacidad, etc., con la finalidad de dar respuesta a cada alumno/a en las mejores condiciones.
Se trata, por tanto, de una educación que toma en cuenta las peculiaridades individuales sin negar la socialización. Dentro de este principio podemos agrupar los siguientes métodos: Dalton, Manheim, Plan Trinidad, Winnetka, Oakland, etc.
La Autoeducación: es una consecuencia de la teoría de la escuela activa, la cual considera al niño/a el centro de toda la actividad escolar y la causa principal de su saber.
Al organizar su propio dinamismo se genera el aprendizaje. Así podemos distinguir los métodos derivados de Montessori, Agazzi, la escuela de Lombardo Radice y Montesco.
La Socialización: este principio ha sido tomado en cuenta por muchos autores a lo largo de los Siglos. Con este principio se pretende educar al niño/a para la sociedad a través de actividades escolares realizadas en grupo, que desarrollan en el alumnado hábitos positivos de convivencia y cooperación social.
De los métodos que se destacan dentro de este principio, podemos nombrar: el método de proyectos, las técnicas de Freinet, el método Cousinet, el Plan Jena o los sistemas de Gary y Detroit.