Habilidades necesarias para la negociación: Escucha activa
Existe la creencia errónea de que se escucha de forma automática, pero no es así. Escuchar requiere un esfuerzo consciente.
La escucha activa se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo. Para ello es importante tener en cuenta, no sólo la comunicación verbal del hablante, sino también la comunicación no verbal. De este modo, la escucha activa es dedicarle a alguien toda tu atención y además dejarle claro que lo estás haciendo.
Ej. Parece que te sientes… porque…
Cuando tenemos un conflicto verbal con alguien lo más habitual es que nuestra mente esté ocupada pensando en la respuesta a lo que nos están diciendo, ya que asumimos que será un tema en el que no estemos de acuerdo.
Para escuchar y comprender no es necesario estar de acuerdo. Esto ayuda a los hijos a desarrollar estrategias de tolerancia a la frustración y de autorregulación emocional.