Las organizaciones de acción voluntaria: definición
"Nunca dudes de que un pequeño grupo de personas pueden cambiar el mundo. De hecho, siempre se ha conseguido así." (Margaret Mead
Como ya se ha comentado en la lección 3, una de las características del voluntariado es que se lleva a cabo de forma organizada; ya sea en el seno de una organización sin ánimo de lucro, o a través de un grupo de personas que se organizan de manera informal para realizar una serie de actividades de voluntariado. Dado que lo normal es que el voluntariado se realice dentro de una organización formalmente establecida, vamos a analizar en esta lección qué son las organizaciones de voluntariado.
Definición de organizaciones de voluntariado
Según el Código Ético de las Organizaciones de Voluntariado, cuyo texto fue aprobado en noviembre del 2000 por la Asamblea General Extraordinaria de la Plataforma para la Promoción del Voluntariado en España, se entiende por Organizaciones de Voluntariado:
"aquellas organizaciones de iniciativa social y de carácter privado sin ánimo de lucro, legalmente constituidas, que desarrollan su actividad prioritariamente en el ámbito de la acción social, a favor de los demás y de intereses sociales colectivos. Llevan a cabo sus actividades fundamentalmente con voluntarios aunque cuenten con profesionales remunerados, complementando esfuerzos y funciones".
La iniciativa social hace referencia a la acción que lleva a cabo un grupo de la ciudadanía que, ante realidades concretas de la sociedad civil, promueve iniciativas para actuar y mejorar esas realidades. Asimismo, se entiende que las organizaciones de iniciativa social son las organizaciones que conforman el Tercer Sector (no confundir con sector terciario), es decir, aquellas organizaciones que no son parte del Estado (no gubernamentales) y que no son parte del mercado (sin ánimo de lucro).
Aunque pueda parecer clara la diferencia, en la realidad hay organizaciones que se sitúan en los límites de ese continuo Estado-Tercer Sector-Mercado y, a veces, es difícil saber de qué tipo de organizaciones se trata. Para que sea más clara la exposición vamos a pensar en el caso de una organización puramente de iniciativa social, que necesariamente deberá cumplir los siguientes requisitos:
- Privada: la organización deberá estar separada del sector público (Estado), sin que éste pueda involucrarse en la política general de la organización ni en el nombramiento de sus administradores. Sin embargo, sí cabe la posibilidad de recibir apoyo financiero que provenga de las administraciones públicas.
- Organización Formal: la entidad deberá estar legalmente constituida y con unos estatutos legales; asimismo, deberá contar con una mínima estructura para llevar a cabo sus actividades, tener una misión y objetivos claramente establecidos y contar con una base social de personas que apoyen, sostengan y hagan crecer la organización, bien siendo voluntarias o bien a través de apoyo financiero.
- Autogobierno: la organización debe contar en sus estatutos con una regulación propia de sus órganos de gobierno,que no podrán estar sometidos a ninguna organización ni pública ni privada.
- Participación Voluntaria: para que la organización pueda desarrollar sus actividades persiguiendo los objetivos que se hayan marcado, es necesario que cuente con un grupo de personas voluntarias y de donaciones altruistas, todo ello sin perjuicio de poder contratar personal remunerado.
- No lucrativa: los recursos financieros obtenidos a través de donaciones o subvenciones, necesariamente han de estar destinados a la consecución de los fines y bajo ningún concepto podrán distribuirse entre las personas que controlen la organización.
Necesariamente las organizaciones de voluntariado deberán trabajar en el ámbito de la acción social, es decir, realizar acciones en favor de personas, colectivos o realidades concretas, teniendo en cuenta intereses sociales colectivos y no individuales.