Las Fuentes de Información
Hemos analizado el contenido de los mensajes y cómo éste puede alterarse para conseguir un objetivo, y hemos conocido los canales por los que viaja el mensaje y cómo analizarlos para darles mayor o menor crédito. Pero hasta el momento no hemos dudado del origen de la información contenida en el mensaje. Ya sea que el emisor del mensaje sea un intermediario o la propia fuente de información, podemos analizar sus posibles objetivos en ese proceso comunicativo.
Tipos de Fuentes de Información
Como vimos en la Comunicación de Contenidos Especializados, las fuentes de información son los expertos generadores de conocimiento. Éste es transmitido a la sociedad directamente por ellos o a través de medios de comunicación intermediarios. Normalmente, clasificamos las fuentes de información atendiendo a varios criterios.
Las fuentes de información según su naturaleza:
- Personales. La fuente de información es una persona o grupo de personas experto en un tema, como una autoridad política, un científico, un economista, etc.
- Institucionales. En este caso, las instituciones suelen tener oficinas de información que atienden a los medios y usuarios.
- Documentales. Puede ser un documento, ya sea una publicación técnica o un comunicado de prensa, o la persona que tramita ese documento, como un bibliotecario.
Las fuentes de información según su nivel informativo:
- Fuentes primarias. Son los expertos del tema en que se apoya la información, los documentos publicados por ellos, o la instituciones a las que están adscritos.
- Fuentes secundarias. Son tratados y publicaciones que analizan y aglutinan la información obtenida de las fuentes primarias, o medios que han estado en contacto con ellas.
El Tratamiento de las Fuentes de Información
En la comunicación, los profesionales de los medios no son meros transmisores de la información tal cuál, sino que la alteran y adaptan a la sociedad, como ya hemos visto. A este proceso previo a la construcción del mensaje se le llama tratamiento de las fuentes de la información, y sigue una estructura fija que siempre debe seguirse. Conocer este procedimiento nos ayudará como usuarios de la información, porque así podremos desencriptar los mensajes que nos llegan a través de los medios. Asimismo, en la actualidad no somos sólo usuarios, sino también potenciales medios, por lo que los siguientes pasos también nos ayudarán a transmitir la información de modo más crítico y riguroso.
- Reunión de fuentes. Este primer paso consiste en recopilar información de diferentes fuentes sobre un mismo tema. Esto no necesariamente tiene que ver con buscar las mismas noticias dadas por diferentes medios, sino que también puede tratarse de recoger información sobre asuntos relacionados con el tema principal que nos interesa. Al conjunto de informaciones reunidas se le llama cuerpo documental.
- Crítica. Con cada una de las informaciones procedentes de diferentes fuentes reunidas, debemos hacernos dos preguntas: "¿es verosímil?" y "¿qué gana la fuente si esta información se distribuye?". La primera consiste en comprobar si la información obtenida es congruente con la realidad que conocemos, es decir, si conecta con algún dato que conocíamos previamente; esto no quiere decir necesariamente que sea cierta, sino que es factible. La segunda pregunta se refiere a identificar los posibles intereses particulares de la fuente; toda fuente los tiene, aunque sólo sea mera visibilidad.
- Contraste. A continuación pasamos a comparar la información de las diferentes fuentes. En unos casos encontraremos coincidencias, en otros, contradicciones, y algunas informaciones además pueden resultar complementarias de otras. Que varias informaciones sean coincidentes o complementarias no debe llevarnos a darlas como buenas automáticamente, porque en todo momento deberemos tener en cuenta el análisis crítico que hicimos en el paso anterior; es decir, dos opiniones o pronósticos pueden coincidir porque sus fuentes, aunque sean diferentes, compartan intereses.
- Respeto. Salvo que estemos dando una valoración propia de forma explícita, no debemos aportar datos que no hayan sido obtenidos de las fuentes. Tampoco podemos poner en boca de la fuente informaciones que no nos ha aportado. Esto garantiza la veracidad de la información. Que una información sea veraz tampoco quiere decir necesariamente que sea cierta, sino que no ha sido inventada por el medio. El respeto a las fuentes se traduce en beneficios para todos los implicados: la fuente gana en credibilidad, el medio gana en fidelidad y el usuario gana en confianza.
- Cita. Debemos partir de la base de que la información es la protagonista, sea cual sea la fuente. A partir de ahí, estamos acostumbrados a oír la frase "las fuentes son secretas", pero esto no es así. En principio, ningún medio tiene prohibido citar sus fuentes, pero tampoco está obligado a hacerlo salvo que lo exija un juez. De modo que en teoría es decisión de cada medio hacerlas públicas o no; sin embargo, el código deontológico del periodismo sí recomienda citarlas, para ofrecer transparencia. Esto nos permitirá, como usuarios, acudir directamente a esas fuentes para hacer nuestro propio proceso de tratamiento, y como potenciales medios, a difundir información de rigor. Así como en investigación científica o en ciencias jurídicas hay formatos estandarizados que deben seguirse a la hora de citar fuentes (mencionando autor, título del documento y año de publicación, entre otros), en comunicación social esto no existe. El medio de comunicación puede cumplir con la cita de fuentes usando construcciones como "fuentes cercanas a la policía...", "un grupo de investigadores de la Universidad de Granada...", etc. En definitiva, nada obliga ni impide dar todos los datos de la fuente.
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