Hacerme la receta, que os va a gustar
¿Qué ha pasado con el modo imperativo? Muchísima gente emplea el infinitivo en su lugar. Cierto cocinero muy famoso por su programa de televisión suele decirnos cuando la receta es adecuada por su fácil preparación: ¡Hacerme este plato!, ¡Hacerme esta receta!, ¡Aprender a hacer esto!. Otro cocinero, mediante el infinitivo, nos anima a que le acompañemos a buscar especias, o a ver cómo nos ofrece trucos sobre alimentos. ¡Seguirme!, nos dice. Y nosotros asumimos que nos pide hacerlo. También podemos encontrar presentadores que, mediante un "fijaros", nos invitan a observar algo que están realizando.
El infinitivo, según la RAE, es la forma no personal del verbo, que en español lleva las terminaciones -ar, -er, -ir. En español y otras lenguas identifica o da nombre al verbo. La RAE define el modo imperativo como el que manifiesta desinencias exclusivas para denotar mandato, exhortación, ruego o disuasión.
La forma del imperativo en segunda persona del plural suele terminar en d: haced, ved, frotad, comed, volved, salid. Si el imperativo va seguido del pronombre para el plural se produce la caída de la -d- intervocálica, como en largaos, veníos, traeos, gustaos, fijaos. Pero existe la excepción del verbo ir: idos .
Por tanto, si lo que queremos es pedir a la gente que nos haga caso debemos utilizar el modo imperativo en lugar del infinitivo, y así, siendo corteses, podremos decir que hablamos un poco mejor.
La sugerencia es la siguiente: cada vez que pronunciemos el imperativo en la forma de vosotros, conviene suavizar su pronunciación para no parecer muy pedantes con una d marcada al final de dicha forma verbal.