Fuentes escritas
Es muy común que no siempre nuestras fuentes sean declaraciones directas, sino informaciones que viene por otras vías (notas de prensa, otros medios, informes, etc.).
También en estos casos debemos citar las fuentes de donde sacamos nuestras informaciones en todo momento, ya que no se trata de una información original nuestra.
En la reproducción de la información se debe señalar, pues, de dónde la hemos sacado.
Imaginemos que recibimos un correo interno de nuestra empresa donde nos dicen los siguiente:
En el caso en que seamos las personas encargadas de publicar el boletín mensual de esta misma empresa, y de que queramos realizar una información con lo más destacado de esta comunicación remitida desde dirección, debemos decir en todo momento que la información que destacamos proviene de una comunicación interna de la empresa (la fuente).
Podríamos hacerlo de la siguiente manera:
Lo mismo ocurre cuando la información de la que extraemos la investigación proviene de un informe, un estudio…
En estos casos suele comenzarse diciendo “según un estudio…”, “según un informe de…”.
Igualmente, las partes literales escogidas se pondrán entre comillas.