Cualidades Vocales
No todas las voces sirven para dar información ni para realizar trabajos de locución. Por unas razones u otras, existen ciertos límites para ejercer la profesión de informador radiofónico, aunque se sea un magnífico periodista. Ese profesional, podría ejercer en radio todo el proceso salvo la presentación de programas radiofónicos. Para poder defenderse ante un micrófono es necesario: actitud, aptitud, vocación y formación específica en este arte.
Además de esto, para trabajar delante de un micrófono hay que saber hacer fundamentalmente tres cosas que son la base o cimientos:
Leer con naturalidad, hablar y escribir con gran desparpajo.
La condición principal de eficacia del mensaje oral no radica tanto en las palabras que se emplean sino –sobre todo- cómo se presenten. “El mensaje llega mejor al oyente por cómo se dice, más que por lo que se dice”. Ten en cuenta que la mayoría de las personas NO están acostumbradas a escucharse a si mismas, y quizás esa sea una de las principales razones de que al principio no te guste tu voz, eso le sucede al 95% de las personas. Por esa razón es imprescindible que te habitúes a escucharte a ti mismo, a conocer tu timbre y color de voz, saber como “suenas” con un volumen más alto, medio o bajo y observar cuál te resulta más atractivo. Una vez que estemos habituados y conozcamos cómo perciben los demás nuestro timbre sonoro, estaremos en la línea adecuada para despegar y avanzar.
Ejercicio:
Coge un párrafo de un libro, del periódico, de una revista, basta con dos líneas.
Lee en voz alta (grábate con el móvil si no dispones de equipo o software), una vez que hayas terminado escúchate con mucha atención.
Pregúntate:
¿Parece que estoy leyendo?
¿Mi volumen es demasiado alto?
¿Voy demasiado deprisa?
¿Se entiende lo que estoy diciendo?
Ejercicio 02 |