Malos usos comunes que afectan a la voz
No podemos separar el uso de la voz del resto de nosotros. El impulso de comunicar verbalmente no se centra tan solo en los órganos vocales, sino que se extiende al resto de la persona, existiendo circunstancias tales como el entorno, la relación con uno mismo y la intención del momento, como factores decisivos para utilizarla convenientemente o no.
Es muy importante que pensemos lo que hacemos con nuestro cuerpo antes de comenzar a trabajar con la voz, ya que es la base sobre la que descansa el uso de la voz.
Pongamos algunos ejemplos:
- Echar la cabeza hacia atrás en lugar de dejar caer la mandíbula mientras se inspira al hablar. Esta postura tiene un efecto de cerrar parte de la garganta, por lo tanto la relación entre la laringe y el aire no es adecuada. Esta acción apenas es perceptible, pero las consecuencias para la voz son muy significativas produciendo un tono excesivamente nasal y agudo. Al no estar la mandíbula liberada –como estaría si tuviéramos la cabeza recta-, la resonancia en la boca es débil y la respiración puede ser jadeante; además se produce una tirantez en la base de la lengua lo que puede llegar a producir problemas en la articulación.
- La espalda arqueada obliga a respirar con el pecho, y esto va a dificultar la expresión de frases largas, pudiendo sentir la sensación de ahogo, perjudicando al ritmo y a la entonación.
- Proyectar la cara hacia delante, acortando con eso el cuello, estamos oprimiendo la garganta.
La postura idónea es aquella que con el más mínimo esfuerzo nos permite sacar el mejor partido a nuestra voz.
- Si estamos sentados la postura debe ser relajada, pero esto no significa tener la espalda apoyada en el respaldo del asiento.
- Las piernas ligeramente separadas descansando en el suelo.
- La columna vertebral debe estar alargada desde la cintura para arriba.
- La lengua debe tener una situación plana, tocando los dientes inferiores, de esta manera la boca estará más ahuecada, ningún músculo estará tenso y la respiración será correcta.
- Si estamos de pie, espalda recta, pero no tensa, piernas ligeramente separadas y brazos cayendo en su estado natural, de esta forma cada músculo y articulación estará libre de tensión.
Hay que tener muy en cuenta que el tabaco, las bebidas tanto muy frías, como muy calientes dañan considerablemente nuestra voz.