Recortamos los filos entre el manto y la peana
Hemos pintado la peana de color marrón liso y, con mucho cuidado, recortamos los filos entre el manto y la peana de color burdeos.
Antes de que seque, con un trapo retiramos el exceso de pintura del manto consiguiendo que en los huecos haya más pintura que en las partes salientes y estas den la sensación de desgaste. Más adelante nos será muy útil este contraste.