El movimiento. Las diferencias morfológicas
El paso más rápido es el galope largo. El caballo cubre largos trancos, extendiendo su cuello y sus patas en el esfuerzo. En algunos momentos, no toca el suelo. En el salto, el caballo reune sus patas ante el obstáculo, se impulsa con los cuartos traseros, encoge las patas para superar la valla y cae sobre las manos, saliendo luego al galope.
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Por último, entre los caballos encontramos razas con las más diversas morfologías, seleccionadas a través de los siglos para desarrollar distintas funciones. No es lo mismo un caballo de carreras, diseñado para la velocidad que un caballo de tiro, pesado y de formas redondeadas o un poni de escasa talla y apariencia rústica.
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