Aguadas
Aguadas. Las aguadas o lavados pueden ser de varias clases. Empezamos por la aguada lisa: pon agua limpia en un pocillo. Añade el color, hasta la intensidad deseada (recuerda que la acuarela, cuando seca, pierde intensidad y se ve más desvaída que cuando está húmeda). Haz una buena cantidad de mezcla, para no quedarte sin color a mitad del trabajo. Aplica con pinceladas a un lado y otro, como un péndulo.