La Nariz
Una vez tengamos la cabeza, comenzaremos con el modelado de la nariz. Podemos orientarnos observando la imagen de referencia teniendo en cuenta el frente y el perfil del rostro del modelo.
En primer lugar, pegamos un trocito de plastilina en la zona. Si la nariz del modelo es especialmente prominente, no dudaremos en utilizar un buen pedazo.
Debemos recordar que se trata de una caricatura por lo que no importa si queda un poco desproporcionada en tamaño.
Luego, comenzamos a esculpir dando la forma deseada. Podemos ir añadiendo material a las zonas que más resalten como la parte de la punta o el tabique nasal. Deslizamos con cuidado los dedos para suavizar los añadidos.
Después, ensanchamos un poco la parte inferior agregando plastilina por los dos lados. A continuación, con la ayuda del bolígrafo, hacemos dos orificios alargados a modo de fosas nasales. Durante esta operación debemos ser especialmente cuidadosos.
Posteriormente, adaptamos la nariz a la zona agregando más material por el perímetro creando arrugas y pliegues. Finalmente, repasamos con los dedos hasta conseguir un acabado satisfactorio.
Primero añadimos un trozo a la zona.
Después, modelamos dando la forma deseada.
A continuación, añadimos más material a las zonas que resalten como el tabique nasal.
Luego, con ayuda del bolígrafo, creamos dos orificios alargados.
Finalmente, la integramos agregando material por el perímetro de la zona, creando arrugas y pliegues.
Ya tenemos creada la nariz.
Debemos tener en cuenta tanto el frente como el perfil de la figura