Anna Freud
Para Sigmund Freud, la adolescencia es tan solo una etapa secundaria en el desarrollo de la personalidad. En esta etapa se resolverá el complejo de Edipo o Electra, lo que determinará el ajuste de la persona.
En cambio, su hija Anna Freud estudió detalladamente esta etapa, considerándola como clave para el desarrollo. En su opinión existen dos tipos de mecanismos de defensa específicos para esta etapa evolutiva: la intelectualización y el ascetismo. Estos mecanismos de defensa son reacciones que protegen al adolescente, en este caso, de la ansiedad.
- Intelectualización o racionalización: minimizar la ansiedad no implicándose personalmente ante las cuestiones que les conciernen. Toma distancia emocional del problema que tiene, tomándolo de forma racional como si dicho problema no le afectase.
- Ascetismo: minimizar la ansiedad que generan al adolescente ciertas situaciones, rechazando implicarse en ellas para evitar "tentaciones", lo que le lleva a renunciar a estar con sus compañeros, participar en actividades...
Anna Freud asegura también que, a pesar de todo y en determinados momentos, los adolescentes dejan escapar sus impulsos, caracterizando así la adolescencia como una etapa ambivalente y de conducta impulsiva.