Cómo ayudar a quienes padecen trastorno de pánico
La manera en que los seres humanos vemos las cosas difieren mucho entre sí. Por ejemplo, puede que muchos vean las mariposas como insectos hermosos, mientras que otros las vean como horribles orugas con alas. Puede que alguien le parezca muy tiernos los gatos, mientras que otros lo consideren toda una amenaza. Por tanto lo primero a tener en cuenta a la hora de ayudar a un ser amado que sufre trastorno de pánico, es no hacer comparaciones de cómo otros ven las cosas. En realidad la persona no desea sentir pánico, sencillamente no lo puede controlar.
Otra recomendación, es seguir todos los talleres de sicología. Una terapia de exposición es de las mejores ayudas que existen. Esta consiste en ayudarle al paciente a enfrentarse poco a poco a sus miedos. Sin embargo, el grado de exposición, su duración y periodicidad dependerá siempre de lo que diga el sicólogo.
Tenga en cuenta además que una fobia que padezca la persona obedece a otro problema escondido que quizás ella misma no sepa reconocer. Por ejemplo, quizás un niño vió cómo mataban a una persona mientras se celebraba un cumpleaños. Puede que más adelante desarrolle miedo a las fiestas o a las piñatas, pero ha bloqueado el suceso del asesinato. Por lo tanto aquí el problema no es el temor a la fiesta, sino lo que sucedió ese día en medio de ella.
Para mermar la ansiedad quizás sea necesario que el siquiatra recete fármacos ansiolíticos para mermar la ansiedad y somníferos para poder dormir.
Siempre esté dispuesto a dar compañía, y aunque no entienda muy bien los sentimientos del afectado, su compañía sin juzgar ni criticar dice mucho de usted como familiar o amigo.