Creencias Erróneas relacionadas con la Ira
Me parece importante dedicar un apartado, para clarificar cómo nuestros estilos de pensamiento (aprendidos y que por tanto se pueden variar) nos predisponen a vivenciar estados de ira de forma más asidua.
Muchas veces, nuestros pensamientos o creencias pueden estar funcionando como detonantes de nuestros enfados. Es decir nos produce Ira la valoración distorsionada que hacemos de las cosas.
1. El monólogo del juzgador o exigente hacia los demás.
Las personas tenemos nuestros propios deberías o normas en relación a cómo se debería actuar. Entonces, los que se comportan según nuestras reglas tienen razón y los que no están equivocados y nos provocan enojo.
Nos creemos que las demás personas conocen y aceptan nuestras reglas, y que cuando violan nuestros "deberías" es debido a su mala intención, provocando nuestro enfado. Es decir, pensamos que la otra persona pudo haber actuado de otra forma, pero no quiso.
Este tipo de creencia distorsionada impone este tipo de dictados a sí mismos, a los demás y al mundo.
Para detectarlos, presta atención a los discursos que vengan acompañados de "debería", "es su deber", "es su obligación" y "tendría que"..
2. Monólogo catastrófico.
-Es una tendencia a exagerar la dificultad de los acontecimientos vitales aversivos.
-Las expresiones más utilizadas son del tipo "horrorosas", "terribles" y "catastróficas".
-Existe una relación entre catastrofizar y baja tolerancia a la frustración, por lo que los acontecimientos negativos de la vida se ven como situaciones que no se pueden "soportar", "tragar" o "tolerar".
-Si pensamos que las situaciones son catastróficas u horribles, entonces es menos probable que podamos tolerarlos y regularlos... ¿Tiene su lógica, verdad?
3. Monólogo que "piensa mal" o malinterpreta.
-Consiste en atribuir intencionalidad negativa a la otra persona, y para ello nos basamos en datos sesgados, creencias personales o percepciones equivocadas.
-Podemos llegar a interpretar como hostiles situaciones ambiguas o benignas.
-Muchas de estas situaciones están relacionadas con la Injusticia y la Decepción. Lo malo es que esta malinterpretación nos lleva a experimentar ira, comportándonos de acuerdo a esta emoción pero no valorar otras posibilidades.
4. Cambiar monólogos por pensamientos alternativos.
a) Detectar las señales de tu Ira:
Si aprendes a detectar cómo y porqué se producen, poco a poco serás capaz de disminuir tu nivel de ira.
Aquí es importante prestar atención a tus estados fisiológicos (aceleración del corazón, sudoración, etc)
b) Presta atención a tus pensamientos:
¿Qué tipo de exigencias estoy haciendo?
¿Merece la pena una reacción de rabia o no?
¿Hay intencionalidad?
Bien, he detectado el monólogo pero ¿ahora qué hago?
c) Estrategias activas
-Relajación
-Confrontación de forma asertiva
-Negociación
-Descarga
5. Diferencias de género en torno a la Ira
Quiero mostrar este apartado a modo de crítica y de reflexión. Sabemos de la importancia de la educación y la cultura en torno a la expresión o prohibición de mostrar determinadas emociones.
Así se van construyendo de esta amalgama nuestras creencias erróneas sobre el sentir de determinadas emociones.
Es por eso, que culturalmente a los hombres se les permite expresar el enojo y la rabia. Y por el contrario no pueden expresar el miedo y la tristeza.
Mientras que las mujeres aprenden a inhibir el enojo mientras que si pueden manifestar el miedo y la tristeza.
Es por eso que estas reflexiones llevaron a Fina Sanz (2005) ha considerar que las emociones de género son complementarias y actúan como una estructura de relación de poder de roles opuestos: frente a la expresión de la cólera sentimos miedo, y frente al miedo se puede expresar más cólera (Sanz, F., 2016)
Antes hemos dicho que la Ira nos protege de ataques contra nuestra integridad, pero ¿si se enseña a inhibirla a las mujeres no se les está educando de tal forma que les genera indefensión? ¿y a los hombres no se les estará educando para que legitimen su poder a través del enfado y la ira?.... En fin cuestiones importantes que hay que tener en cuenta.
Bibliografía utilizada:
Ramón, F. S. (2016). El buentrato: Como proyecto de vida. Editorial Kairós.
Educación Responsable-Fundación Botín: Técnicas y actividades para promover en el aula el desarrollo afectivo-emocional