Factores que influyen en la ansiedad tóxica
Todos estamos familiarizados con la ansiedad, ya que se considera un aspecto normal que nos ayuda a nuestro propio desarrollo y al aprendizaje.
Pero si se manifiesta en exceso o de forma alterada, es negativa para una correcta evolución personal y se convierte en desadaptativa.
La ansiedad, cuando aparece de forma tóxica, se suele presentar como una vivencia dolorosa y condiciona nuestra vida cotidiana.
Si nos sentimos preocupados constantemente y sin capacidad para responder de manera eficaz a los problemas, la ansiedad deja de cumplir su función de ayuda y se convierte en nociva.
Son múltiples los factores que pueden influir en su evolución, aunque por su importancia, destacaría los siguientes:
- La intensidad: la ansiedad presenta niveles graduales en la manifestación de los síntomas. Por ejemplo, sentir un ápice de ansiedad ante un examen no es lo mismo que sufrir vómitos, migraña, taquicardia, hipertensión y ataques de angustia, etc.
- La frecuencia: sentir síntomas ansiosos ante una situación puntual difiere de manifestarla constantemente sin razón lógica alguna. En el caso de un deportista de élite, por ejemplo, sería lógico sentirse ansioso por la proximidad de una competición. La dificultad se presenta cuando el sujeto debido a sus altos niveles de síntomas constantes, ve afectado su rendimiento en general.
- La presencia de pensamientos negativos asociados origina en el individuo un sistema de indefensión ante los síntomas, ya que se siente superado por sus propios razonamientos.
- La situación: sentir ansiedad ante una situación de amenaza real difiere de experimentarla en un abanico de situaciones distintas donde no existe peligro verídico.
- El tiempo: es importante valorar si la ansiedad aparece y desaparece cuando la situación de amenaza disminuye, o por el contrario la sintomatología persiste durante meses. Es vital conocer el inicio de los síntomas y la evolución que el sujeto experimenta a lo largo del tiempo.
- La afectación sobre la vida del sujeto: es significativo observar cómo el proceso ansioso influye en la vida diaria del sujeto.
- La sensación de control: un aspecto primordial es valorar si el individuo tiene la capacidad de controlar o no su sintomatología. En los trastornos de ansiedad se manifiesta una pérdida del control casi absoluto sobre el dominio de los pensamientos y las respuestas.
Estos aspectos nos pueden orientar sobre si la ansiedad que sentimos se puede convertir en un problema más grave a largo plazo.
La ansiedad en cada persona se manifiesta de forma diferente, aunque estos factores son vitales para descubrir el grado de ansiedad que muestra un individuo.
Cada persona posee un historial propio de vivencias y sería complicado generalizar.
La ansiedad se revela como un proceso complejo donde intervienen numerosos elementos dispares entre cada individuo.
La ansiedad tóxica puede evolucionar en un trastorno de ansiedad de mayor o menor gravedad.