Apasionados (EA)
TEMPERAMENTO COLÉRICO (EAP)
La característica más importante de este carácter es la actividad exuberante. El colérico ha nacido para actuar, la actividad es su verdadera fuerza y, por tanto, la nota predominante de su carácter.
En la vida social es muy cordial, es popular por su iniciativa y optimismo, por su alegría y buen humor, es muy extrovertido. Susceptible, inquieto, charlatán, es propenso a la exageración. Sus reacciones son instantáneas, violentas, necesita respuestas inmediatas, nada a largo plazo.
Este carácter es idealista al máximo, compasivo, generoso y servicial. Incapaz de guardar algún rencor. Es voluble, cambiando fácilmente de gustos y amigos. Suele cambiar de actividad de manera frecuente y caprichosa y sin terminar lo que ha empezado. Busca éxitos inmediatos ya que es incapaz de subordinar sus actos a un fin lejano.
Eleva a verdadera caridad fraterna su innata inclinación a amar. La inteligencia del colérico está inclinada a lo concreto, lo inmediato y lo técnico. Es una inteligencia práctica que comprende con rapidez y demuestra capacidad de improvisación. Prefiere el trabajo en equipo al trabajo individual. Tiene espíritu de camaradería: ayuda con gusto a los demás, colabora siempre que puede, aún más, se adelanta y previene los deseos y necesidades de sus compañeros.
Su generosidad natural le lleva a la abnegación y la caridad; está dispuesto a cualquier trabajo, aun cuando le suponga especial sacrificio. Por su gran capacidad de amar, ama las obras de misericordia. Sin embargo su acción carece de raíces profundas. Se compromete, sin reflexionar suficientemente.
No experimenta la necesidad de pedir consejo, porque, en general, decide por sí mismo. Le cuesta ser humilde, es propenso a hablar de sí; se resiente si fracasa y atribuye los éxitos a su actividad y a sus cualidades.
TEMPERAMENTO APASIONADO (EAS)
La vida del apasionado está hecha fundamentalmente de sacrificio, toma muy en serio cosas tan vitales como la familia, la patria, la religión. La persona de este carácter es servicial, honorable, amante de la sociedad. Está dotado de una comprensión inteligente para cualquier tipo de problemas y es compasivo con la debilidad, pena o aflicción ajena. Es, así mismo, dominador, ambicioso, apto para mandar. A veces fanático e impaciente, hasta agresivo. Peca de temeridad arrastrando a los demás consigo.
Se deja guiar por la regla y por la razón, que considera como normas supremas de su obrar. De aquí que observe el orden de una manera meticulosa. Puede convertirse en un hombre o mujer severa, dura, obstinada, de las que atosigan con el ejercicio de su autoridad. Organiza jerárquicamente su vida afectiva y es generalmente reservado.
Tiene una gran capacidad de trabajo, y ese trabajo tiene como base la responsabilidad; se concentra en lo que hace y es constante y organizado. Está siempre orientado hacia la acción que desea resulte lo más perfecta posible y, generalmente, consigue llevarla a feliz término. Es además puntual y de conducta honorable. El exceso de orden, indiferencia por los deportes, poca resistencia física, desinterés por las artes son otros rasgos de este carácter.
La inteligencia del apasionado es muy apta para la abstracción y el razonamiento lógico. Sus intereses intelectuales son de carácter social, metafísico y religioso. Posee capacidad inventiva, gran memoria, buena atención, imaginación y comprensión. Prefiere trabajar solo. Sus aptitudes le permiten aceptar un ideal elevado y ser fiel al mismo, aun a costa de un esfuerzo duro y continuo. No se deja dominar por los placeres de los sentidos.
Su orgullo es su gran defecto, que se manifiesta en la falta de docilidad, en la excesiva confianza en sí mismo.