El Proceso de Selección de Personal
Cuando una empresa decide que necesita uno o varios empleados para cubrir nuevas necesidades, pone en marcha el proceso de selección. Generalmente, si la empresa es pequeña, será el propio dueño el que seleccione al personal; las empresas grandes suelen tener un Departamento de Recursos Humanos, o bien recurren a consultoras, que son empresas que se encargan de todo el proceso de selección de personal excepto de la decisión final sobre los candidatos/as finales, que siempre tomará la empresa.
A grandes rasgos, la incorporación de una persona a una empresa conlleva las siguientes fases:
Análisis del puesto de trabajo:
Cada puesto de trabajo tiene unas propiedades concretas, de las que se desprende un perfil de exigencias o un profesiograma, es decir, el conjunto de competencias y factores que se necesitan para desempeñar de forma óptima las funciones propias de un puesto de trabajo determinado. Todo el proceso de selección se guiará por el profesiograma.
Veamos un ejemplo: una empresa desea cubrir un puesto de atención al cliente, y valora como competencias imprescindibles, ordenadas según la importancia concedida:
- Disposición para la relación social/empatía.
- Aptitud verbal/capacidad de comunicación/autocontrol.
- Razonamiento abstracto.
Estas serán las competencias que los seleccionadores de esta empresa busquen en los candidatos/as a través de las distintas pruebas selectivas escogidas.
Si eres demandante de empleo, piensa que cuando te enfrentas a un proceso selectivo, tienes más posibilidades a más se ajuste tu perfil profesional al profesiograma. Por tanto, conocer de antemano las características del puesto al que optas te ayudará a afrontar la selección con más garantías de éxito, ya que podrás preparar un “plan de marketing” para venderte a ti mismo, como veremos más adelante.
Como ejemplo, piensa en la siguiente situación:
“Una joven es citada a una entrevista como dependienta de una cadena de ropa. Para optimizar sus posibilidades de ser seleccionada, debería dedicar un tiempo a reflexionar sobre las habilidades de comunicación que posee, las cuales sin duda son necesarias para el puesto de dependienta. ¿En qué experiencias profesionales y extra-profesionales las ha desarrollado? ¿Qué otros aspectos es posible que valoren de forma positiva?”