Estudios y Formación
El historial formativo del/de la candidato/a será con elevada probabilidad objeto de bastante interés por parte de cualquier entrevistador. El conocimiento de este historial permite inferir, en parte, las competencias para desempeñar el puesto, los intereses y motivaciones, la capacidad intelectual, extensión y profundidad de los conocimientos, constancia, responsabilidad, versatilidad, reacción ante la autoridad... en definitiva, muchas de las cualidades que también se ponen en juego a la hora de desempeñar un puesto de trabajo.
La formación se entiende que abarca los estudios reglados, tanto los básicos como los superiores, así como la formación no reglada (cursos).
Algunas de las preguntas a las que te puedes enfrentar son:
- ¿En qué asignaturas ha obtenido mejores resultados? ¿Y peores? ¿Por qué?
- ¿Cuáles eran sus asignaturas preferidas? ¿Y las menos preferidas?
- ¿Cómo era su relación con los profesores?
- ¿Piensa seguir estudiando?
- ¿Participaba en actividades extraacadémicas?
- ¿Cómo se costeó los estudios?
- ¿Por qué eligió esa carrera?
- ¿Cuáles eran sus notas? Describa el esfuerzo que le requerían los estudios.
- ¿Si volviera atrás en el tiempo, elegiría la misma formación? Si no es así, ¿Cuál?
- ¿Por qué abandonó los estudios?
- ¿En qué piensa que le ha influido su formación en su carrera profesional?
La recomendación general a la hora de contestar estas preguntas es tratar de dar una visión optimista de la época de formación. Debes reflexionar sobre los aspectos positivos que tuvieron tus experiencias positivas, y de los negativos sería bueno que extrajeras conclusiones para el futuro. Lo ideal es transmitirle al entrevistador la idea de que la formación es positiva en cualquier caso; siempre es preferible un/a candidato/a que esté dispuesto/a a formarse, a aprender.
Experiencia profesional
Generalmente gran parte de la entrevista se centrará en este apartado. Al entrevistador le interesa conocer del/de la candidato/a la eficacia en el trabajo, las capacidades y competencias de las que dispone, la motivación, las relaciones interpersonales en el ámbito laboral...
A modo de orientación, se ofrecen las siguientes preguntas que suelen formularse referidas a la experiencia profesional:
- ¿Qué es lo que ha aprendido de su trabajo anterior?
- ¿Qué funciones ha desempeñado en sus puestos anteriores?
- Describa su relación con su jefe anterior ¿En qué coincidía? ¿En qué no?
- Recuerde tres situaciones problemáticas de sus anteriores empleos. ¿Cómo las resolvió?
- ¿Qué ha logrado usted en su última empresa?
- ¿Por qué cambió de trabajo?
- ¿Por qué abandono su empleo para comenzar a buscar otro?
- ¿Qué fue lo que más le gustó de su empleo anterior? ¿Y lo que menos?
- ¿Cómo consiguió el empleo que tiene actualmente?
- Diga cuál es su mayor motivación a la hora de trabajar (dinero, poder, socialización...).
- ¿Cuál es su retribución actual? ¿Qué piensa que debería cobrar si es elegido para desempeñar este puesto?
- ¿Prefiere trabajar sólo o en grupo?
- ¿Qué medios considera que son más eficaces para influir en la gente?
- ¿Cuánto tiempo ha estado usted en el paro? ¿A qué atribuye haber estado tanto tiempo desempleado?
Dos recomendaciones importantes: la primera hace referencia a las preguntas referidas a empleos anteriores. Nunca debes ser excesivamente crítico con otras empresas y con compañeros anteriores. No está bien valorado. Trata de reflejar también los aspectos positivos de tus empleos anteriores.
La segunda recomendación trata sobre el momento en que nos preguntan lo que nos gustaría cobrar. Si estás buscando tu primer empleo, sería bueno que la cifra que des se equipare a las que ofrecen otras empresas del sector para puestos como el tuyo y para personas que empiezan por primera vez. Si desconoces estas cantidades, puedes contestar que, aunque el sueldo te parece importante, lo que más te interesa es comenzar a adquirir experiencia profesional. Si ya tienes experiencia profesional, da una cifra que sea ligeramente inferior a tu retribución anterior; no exijas demasiado, ya que las empresas suelen conocer las cifras que ofrece la competencia, y no sería conveniente que pidas más dinero del que es habitual en el sector.