La Comunicación no Verbal
Igual de importante es lo que decimos que nuestra actitud y nuestra postura durante la entrevista. La postura y la forma de mover el cuerpo tienen que estar acorde con nuestras palabras. En caso de que entren en contradicción, el entrevistador tendrá más en cuenta lo que exprese nuestro cuerpo que el contenido de las palabras. Analicemos algunas de las variables implicadas:
- El saludo: debemos dar la mano firmemente, con decisión, pero evitando estrujar la mano de la otra persona. Si te sudan las manos, sécatelas justo antes de entrar. Espérate a que el entrevistador comience el saludo ofreciendo su mano antes de extender la tuya.
- Modo de sentarse: espérate a que te lo indiquen para sentarte. La silla no debe estar ni excesivamente pegada a la mesa ni muy alejada, debes buscar el término medio. Apoya la espalda en el respaldo, y si la silla es giratoria, procura no moverla. Es mejor no cruzar las piernas, pero si no puedes evitarlo, hazlo sólo si no sobresalen por encima de la mesa.
- Gestos: los gestos deben ser naturales, esto significa que deben acompañar y apoyar el contenido de las palabras. Por el contrario, los tics causan muy mala impresión, ya que transmiten sensación de nerviosismo y falta de control emocional. Tics frecuentes son frotarse las manos, rascarse el pelo, mover la nariz, morderse las uñas... La mejor forma de darnos cuenta de la presencia de tics es grabarnos durante la simulación de una entrevista.
- Manos: no tengas nada en las manos, bolígrafo, llaves, ya que así también transmitirás nerviosismo. Las manos debes moverlas de forma relajada, acompañando a tus palabras. Evita por tanto cruzar los brazos, colócalos sobre tus piernas, si lo prefieres entrelazando las manos.
- Mirada: es fundamental mirar a los ojos, aumenta en la otra persona la sensación de seguridad y sinceridad. Si hay más de un entrevistador, recuerda que debes ir recorriendo con tu mirada a todos ellos. Pero también ten en cuenta que una mirada sostenida fijamente puede resultar violento para la otra persona. Puedes retirar la mirada durante unos segundos, especialmente cuando estás hablando tú.
- Sonrisa: la sonrisa mejorará tu valoración. Sonríe al saludar, y al despedirte, y en aquellos momentos de la conversación en que esté justificado. Las personas que sonríen son valoradas como más agradables y sociables, variables indicativas de ser potencialmente buenos/as trabajadores/as en equipo.
- Volumen y claridad de la voz: el volumen de voz debe ser acorde con la distancia con el entrevistador, y hay que vocalizar perfectamente, la otra persona en ningún momento debe tener dificultades para entendernos.