La Finalización de la Entrevista
Generalmente, la entrevista finaliza cuando el entrevistador informa al/a la candidato/a de cuáles serán las siguientes fases del proceso de selección (nuevas entrevistas, pruebas psicotécnicas), o bien dando a conocer la forma de contacto y los plazos aproximados para comunicar la decisión al/a la candidato/a.
Y en la mayoría de las ocasiones, se le hace el ofrecimiento al/a la candidato/a de preguntar alguna cuestión que considere importante. Esta es una oportunidad de demostrar que conoces la empresa, y que el puesto te interesa realmente. Hacer unas preguntas interesantes aumentará tus posibilidades de ser seleccionado/a, además de que puedes obtener información para tomar tus propias decisiones. Tienes por tanto que dedicar un tiempo antes de acudir a la entrevista para preparar una pequeña batería de preguntas, aunque luego sólo formules tres o cuatro, dependerá de cómo transcurra la situación.
Formula las preguntas de forma que quede claro que conoces la empresa; por ejemplo, puedes decir “En su página web hablan de nuevos proyectos. ¿El puesto de trabajo al que opto está relacionado con ellos?”.
Sería además estupendo si preguntaras algo relacionado con alguna de las cuestiones que te plantearon a ti. Por ejemplo: “Antes me ha comentado que la persona contratada se incorporaría a un equipo de trabajo ya formado. ¿Cuánto tiempo lleva funcionando ese equipo?”.
Como sugerencia, a continuación se plantean algunas posibles preguntas para hacer:
- ¿Cuáles son las funciones concretas del puesto vacante?
- ¿Qué se espera que logre con mi trabajo si soy seleccionado/a?
- ¿Cuáles son los desafíos y problemas más importantes con los que me puedo enfrentar si me eligen?
- ¿El puesto vacante es temporal, o tienen previsto su continuidad en el tiempo?
- Si soy seleccionado/a, ¿tendré acceso a los planes de formación de la empresa?
- ¿Cuántas personas trabajan en el departamento al que pertenece el puesto?
- En el caso de ser seleccionado/a, ¿trabajaré solo/a o en equipo?
Para dar por finalizada la entrevista, puedes dejar para el final preguntas como las siguientes (si no te han aclarado esta información durante el transcurso de la entrevista):
- ¿Hay algún otro proceso de selección después de esta entrevista?
- ¿Cuál será la forma de contactar con el/la candidato/a elegido/a?
Hay una cuestión muy interesante y polémica a la vez: algunos autores plantean la posibilidad de que el/la candidato/a aproveche la posibilidad de hacer preguntas y le pida al entrevistador opinión sobre cómo ha sido su forma de desenvolverse en la entrevista; si consideramos que cada entrevista de trabajo, aunque no seamos seleccionados, es una oportunidad de aprender para hacerlo mejor la próxima vez, quizás no sea mala idea preguntarle al entrevistador.
Pero lo cierto es que los entrevistadores no siempre reaccionan bien ante esta petición, ya que para ellos no es relevante el aprendizaje que pueda extraer el/la candidato/a, incluso pueden considerarlo una pérdida de tiempo.
En el caso de que decidas pedir opinión de tu actuación, puede serte útil comenzar con una pregunta del tipo “¿Puedo hacerle una pregunta que me interesa bastante de cara a seguir afrontando mi búsqueda de empleo?” Si la respuesta es positiva, una sugerencia sería “¿En qué piensa que puedo mejorar mi forma de afrontar las entrevistas?”. Agradece cortésmente todos los comentarios que te hagan, y los negativos no los consideres ofensas personales; una reflexión posterior sobre ellos te permitirá sin duda hacerlo mejor en otras entrevistas.
Hemos hablado de preguntas que puedes formular para mejorar la impresión que dejas al entrevistador. También hay preguntas que no es bueno que plantees. Son las cuestiones referidas al salario, el horario, las vacaciones o el tipo de espacio donde se desarrollará el trabajo. Reserva estas preguntas para una segunda entrevista, cuando la empresa ya haya manifestado algún tipo de interés en tu candidatura frente a la de otras personas.