2.1 El concepto de responsabilidad social
El concepto de responsabilidad social de la empresa, está fundamentado en dos premisas básicas, que son respectivamente*:
El contrato social. Este concepto hace referencia a que las empresas existen a causa de una voluntad expresa por parte de la sociedad. Por tanto, su comportamiento y forma de operar han de estar en concordancia con los principios establecidos en aquélla. La empresa, como parte de la sociedad que consiente su permanencia, tiene una serie de derechos y obligaciones. El contrato social implícito que se establece entre la sociedad y las organizaciones que se encuentran inmersas en ella, implica el sometimiento de la empresa a los objetivos sociales. La responsabilidad social de las organizaciones procede del contrato social implícito entre las empresas y la sociedad en las que éstas operan. La ética de los negocios requiere que los individuos y las organizaciones se comporten en concordancia con un cuidadoso respeto de las normas éticas**. Esta relación genera responsabilidades u obligaciones derivadas, que deben ser tenidas en cuenta. Además de las obligaciones derivadas de los contratos explícitos, los acuerdos implícitos con los diversos grupos sociales dan lugar a obligaciones. Ciertas personas pueden reclamar, basándose en las obligaciones que se derivan de los acuerdos implícitos.
- El compromiso de continuar el servicio a los consumidores o asegurar una estabilidad laboral a los trabajadores, pueden ser ejemplos de este tipo de acuerdos implícitos que generan responsabilidades sociales. El conocido autor e investigador en ética empresarial Donalson (1989, pág. 54)***, deriva tres principios mínimos que deben respetar todas las empresas como resultado de este contrato social:
- Las organizaciones deben perseguir el bienestar a largo plazo de los consumidores y empleados en cualquier sociedad en la que operen.
- Las organizaciones deben minimizar las repercusiones negativas del proceso productivo.
- El respeto a los patrones mínimos de justicia y derechos humanos.
- La empresa como ente moral. Las empresas, como personas jurídicas, actúan como entes morales. Las empresas tienen la capacidad para usar reglas morales en la toma de decisiones, y la capacidad para controlar sus acciones. Las organizaciones al actuar, tienen una libertad de actuación y una responsabilidad ética por las elecciones realizadas. Como personas jurídicas con derechos y obligaciones, las compañías también son sujetos de responsabilidades éticas de muy diverso tipo con respecto a las decisiones que toman y a su actuación.
El concepto de responsabilidad social**** de la empresa, considera que el deber de las organizaciones para con la sociedad, se extiende más allá de la obtención del máximo beneficio. Las empresas no sólo tienen que dar cuenta de sus actuaciones a los accionistas, sino que además, los gestores tienen la obligación de tomar en consideración el impacto de sus actuaciones***** en los diversos grupos afectados.
Tal como manifiesta Melé D. (1991, pág. 131)******: “La empresa es una institución social que, como cualquier otra, tiene un compromiso con el bien común al que sirve según su propia naturaleza: aportando productos y servicios auténticamente útiles a la sociedad; proporcionando puestos de trabajo donde las personas puedan desarrollarse como tales; creando y distribuyendo riqueza de modo equitativo; respetando el medio ambiente y procurando subsistir para dar continuidad a lo anterior.”
* Numerosos impactos negativos de las empresas en la sociedad y en el medio ambiente son analizados por la ética de las organizaciones, así como la solución a las externalidades negativas que se producen cuando las empresas utilizan recursos qe por ser públicos como el agua y el aire son malgastados o polucionados y no tomados en cuenta a la hora de calcular los costes. GRANT C. (1991) “Friedman Fallacies” Journal of Business Ethics 10 págs. 907-914.