Introducción a la Economía y Ética - II

El éxito de las economías asiáticas basadas en unos valores sociales confucianos que fomentan el trabajo en equipo, y los valores sociales más allá de consideraciones personales, ha mostrado la importancia de las motivaciones humanas para la economía. Estos estudios son de sumo interés, puesto que introducen en la teoría económica un nuevo concepto del hombre más completo, que da explicación de fenómenos no aclarados por la economía clásica.

Las investigaciones sobre las razones del triunfo de Japón en los mercados mundiales, ha abierto la economía al estudio de todo un conjunto de valores que habían quedado postergados por la simplificación que suponía considerar el hombre económico como ser movido por estricto criterios de interés propio, y desentendido de su entorno social, cultural y ambiental. Es ahora cuando la investigación comienza a tomar en consideración los valores personales como factores determinantes en la ventaja competitiva de las naciones. El estudio de la influencia de la ética en la economía, que había quedado postergada, vuelve a surgir con fuerza.

La economía que había surgido como una rama de la ética**, -Adam Smith era catedrático de Filosofía moral en la Universidad de Glasgow- y que rápidamente se había desarrollado de forma separada, encuentra ahora puntos de conexión al requerirse una nueva concepción más completa de los valores y fines humanos, así como de las motivaciones reales de su comportamiento.

Por otra parte, los avances en la ciencia de la teoría de la decisión, y especialmente de la teoría de juegos**, así como los avances en numerosas ramas de la economía, han tenido una profunda influencia sobre los estudios éticos, al abrir nuevas vías de pensamiento y descubrir la posibilidad de utilización de nuevas herramientas. Amartya Sen** considera que de hecho cabe sostener que algunas de estas consideraciones éticas se pueden analizar de forma más provechosa, mediante la utilización de distintos enfoques y procedimientos empleados en la misma economía.

Entre los autores que han analizado los efectos económicos, sociales y personales, de la racionalidad y el altruismo del individuo en diversas instituciones y grupos sociales, especialmente la familia, destaca el Premio Nobel de Economía Gary Becker** El planteamiento de Becker es aplicar los conocimientos de la economía, y una determinada concepción del hombre racional que intenta maximizar su utilidad, al estudio del comportamiento sociológico y económico del hombre dentro de diferentes grupos sociales.

Una idea bastante simple lleva a Becker a formular su teoría del altruismo social. Esta teoría establece que si una persona actúa de forma que beneficia a otra, esta última, si tiene ocasión, tratará de beneficiar a la anterior por su propio interés, aunque entre sus gustos no esté en absoluto el favorecerla.

Esta teoría, lleva a Becker a formular el teorema del niño perverso, que establece cómo en una familia en la que el padre se comporta de forma que beneficia a sus dos hijos, aunque uno sea egoísta o envidioso, no le compensa perjudicar a su otro hermano si esto hace que se reduzca la renta familiar. Por su propio interés, no daña a su hermano si esto le perjudica, y por tanto, va en contra de su propio egoísmo, aun cuando fuera su deseo ir en contra de su hermano. A los dos hermanos les interesa hacer máxima la renta familiar, aunque ésto favorezca al que se envidia.