Las repercusiones de la obtención de una "ayuda pública" para una empresa concreta
6.2. LAS REPERCUSIONES DE LA OBTENCIÓN DE UNA “AYUDA PUBLICA” PARA UNA EMPRESA CONCRETA
Para la evaluación del impacto que para una empresa concreta, considerada como sistema abierto, tiene la obtención de una "Ayuda Pública", vamos a comparar la situación y los efectos producidos si se decide solicitar dicha ayuda, con aquella en la cual no se solicita.
Desde el punto de vista de una empresa concreta, la obtención de una subvención representa la obtención de unos recursos financieros, los cuales no va a tener que retribuir, aunque estos fondos si van a representar un ingreso a efectos fiscales por los que va a tener que tributar, representando una salida de efectivo.
La petición de "Ayudas Públicas", representa para la empresa incurrir en toda una serie de gastos de tramitación, estudios y gestión para intentar la obtención de tales fuentes financieras.
Generalmente, las subvenciones exigen de las empresas una determinada asignación de recursos a cambio de dicha fuente financiera. Las empresas, a priori, tendrán unas determinadas preferencias en cuanto a dicha asignación de recursos, en base a parámetros de rentabilidad y riesgo.** Es por ello, que desde el punto de vista de la empresa, la asignación de recursos que exige la obtención de la "Ayuda Pública" es siempre menos que óptima, al obligar a una distinta elección de posibilidades que las preferencias a priori de la empresa, o bien, es neutral al coincidir con dichas preferencias a priori.**
La multiplicación de las subvenciones y el amplio abanico de transferencias genera muchas subvenciones, exenciones y desgravaciones muy pequeñas a mucha gente. Se les denomina incentivos, pero son actuaciones que se tomarían también sin aquella subvención, lo que significa que ya no es un incentivo, sino un regalo.** El mal uso de las subvenciones es una opinión ampliamente extendida. Se propone por parte de algunos autores, una mejor asignación de los recursos, dedicándolos a los sectores en los que podemos ser competitivos.**
Sin embargo, esta opinión es equívoca, tal como manifiesta Penacho (1995, pág. 4)**: “¿Quién tiene la bola mágica que permite conocer el mejor sector y el mejor empresario a potenciar? Hasta ahora, todos los dirigentes que han creído que la tenían se han equivocado, como se ha puesto de manifiesto dramáticamente al incorporarnos a Europa, con la consiguiente apertura de mercados”.
La decisión de solicitar la subvención por parte de una empresa concreta, consideramos debe tener en cuenta todos los distintos gastos en que incurrirá dicha empresa, teniendo en cuenta el mayor impuesto que debe pagar como consecuencia de la imputación como ingreso de la subvención a lo largo de los siguientes años.
Del mismo modo, considerando la variación en la asignación de recursos que tendrá que acometerse, ésta podrá representar una variación en la rentabilidad esperada por la empresa, al tener que seleccionar otra forma de empleo de recursos con distinta rentabilidad y riesgo que la que se habría elegido en ausencia de subvención.
Las empresas, por tanto, compararan los gastos que genera el solicitar la "Ayuda Pública", con la probabilidad de obtener una determinada subvención asociada a ese nivel de gasto. Los diferentes niveles de gasto tendrán una distinta probabilidad de obtener dicha subvención.
Lógicamente, las empresas seleccionan el nivel de gasto en el cual suponen podrán maximizar su rentabilidad. Para la necesaria comparación entre la situación "con" y "sin" subvención, será preciso considerar las repercusiones financieras.
Consideramos que a efectos de nuestro análisis, las "Ayudas Públicas" representan una fuente financiera para la empresa, fuente financiera que va a dar lugar al pago de impuestos, al ir imputando como ingreso la subvención.
Manteniendo en la comparación todas las demás variables inalterables, incluyendo el pago de dividendos para estudiar los efectos con subvención y en ausencia de ésta, la imputación como ingreso de la "Ayuda Pública" podrá dar lugar a unas mayores reservas una vez pagados los impuestos. De esta forma, a efectos de la comparación, la existencia de este ingreso que no tenemos que retribuir nos permite formar unas mayores reservas, una vez tenidas en cuenta las mayores salidas motivadas por los impuestos. Por tanto, no tendremos que pedir al exterior y retribuir esta parte de las fuentes financieras.
** La imagen que relata Gorbachov de unos niños jugando con una hogaza de pan que hace las veces de improvisada pelota, ilustra este tipo de problema. El pan se encontraba subvencionado y poseía un precio tan bajo que ocasionaba un despilfarro colectivo. La fijación del precio de un bien de primera necesidad por un organismo burocrático, conduce a una infravaloración e implica, por una parte, la existencia de recursos destinados en exceso a la producción de dicho bien y, de otra, fuertes carencias en el aprovisionamiento d eotros bienes de primera necesidad, tal como recoge GIRBES MASIA A. (1994) “Incentivos Privados y estrechamiento ideológico” Expansión Viernes 12 de Agosto, pág. 2.