Cuidados especiales del paciente terminal y cercano a la muerte. El duelo
Vamos a repasar algunos de los puntos esenciales de los últimos momentos de la vida de un paciente con demencia senil evolucionada por su indiscutible trascendencia.
A) CUIDADOS FÍSICOS.
- El médico ha de revisar la medicación y retirar todos los fármacos que no sean imprescindibles.
- También, lógicamente, suspender pruebas e intervenciones que ya no son necesarias para nada (analíticas, toma de constantes...).
- Control de los síntomas que vayan apareciendo en estos últimos momentos.
- Puede ser muy difícil, si no imposible, administrar medicación por boca. Habrá que prepararse, por tanto, para poner fármacos por vía subcutánea ("palomilla") o rectal. Hablamos de medicación analgésica para el dolor, sedantes y tranquilizantes, fármacos para reducir la cantidad de flemas... medicación, en definitiva, que ya solo persigue aliviar el sufrimiento del paciente.
B) CUIDADOS PSICOLÓGICOS.
- Siempre que se pueda, es necesario explorar los deseos y temores del paciente aunque, lógicamente, esto es muy difícil en pacientes con demencia en fase terminal, como ya dijimos en temas anteriores.
- Debemos dejarle expresar sus sentimientos, tristeza y ansiedad.
- Tranquilizarle con respecto a esos síntomas negativos y asegurarle que se le ofrecerán todos los medios para aliviarlos.
- No debemos descuidar sus necesidades religiosas y espirituales. Ya dijimos que son muchísimos los enfermos que consiguen gran alivio espiritual en estos momentos de su vida y, a raíz de ello, calma y serenidad.
C) CUIDADOS SOCIALES Y FAMILIARES.
- Tenemos que ser conscientes de la cercanía inminente de la muerte. Hay que intentar aceptarla sin miedo. Es solo un momento más de la vida del ser humano y que nos ha de llegar a todos. Nuestro miedo excesivo puede ser perjudicial para el paciente y este puede asustarse aún más si se lo expresamos continuamente. Nuestra actitud ha de ser, en la medida de lo posible, confiada, tranquila y serena.
- Expresar con claridad nuestro sufrimiento y angustia, pero, claro, no delante del enfermo. Si la situación nos afecta en exceso (cansancio excesivo, miedo, tristeza, culpa) debemos buscar ayuda.
- Lógicamente, el paciente se ha de situar en el lugar de la casa donde se encuentre más cómodo.
- Asegurarse de que el entorno del paciente sea lo más tranquilo posible. Las visitas multitudinarias de familiares y amigos nunca son buenas para el enfermo, le generan ansiedad, confusión y, en definitiva, malestar.
D) NECESIDADES EN RELACIÓN CON LA MUERTE: EL DUELO Y LAS PÉRDIDAS.
- El duelo es una reacción natural ante la pérdida; es algo completamente personal y, por tanto, cada individuo lo vive de una forma diferente.
- Con mucha frecuencia origina una situación de estrés muy importante.
- La mayoría de las personas se sobreponen a la pérdida y afrontan bien el duelo, pero tampoco es raro encontrar familiares a los que el proceso de duelo se les hace muy difícil; hablamos entonces de duelo complicado.
- La relación de duelo que una persona adopta depende de su personalidad, su historia personal, lo que experimentó con pérdidas previas de familiares queridos o el momento de su vida en que ocurre dicho fallecimiento.
- Los profesionales sanitarios deben tratar no solo al enfermo terminal sino también a las personas cercanas a él (cuidador principal, familiares y amigos).
- Existen distintas intervenciones psicológicas que pueden ser de ayuda en estos momentos cercanos a la muerte de la persona querida. Algunas técnicas como las terapias de orientación psicodinámica y las técnicas de terapia cognitivo-conductual son más eficaces en el llamado duelo complicado (duelo "mal asumido").