El síndrome del cuidador (VII). Indice de Robinson. Consideraciones finales
ÍNDICE ROBINSON DE SOBRECARGA DEL CUIDADOR.
El índice Robinson es un cuestionario breve que nos permite intuir si un cuidador determinado padece el "síndrome del cuidador". Se trata de una herramienta útil y sencilla de realizar y que está orientada a cuidadores de pacientes con deterioro cognitivo. Consta de 13 preguntas, que se han de responder con "sí" o "no" y que exponemos a continuación:
- ¿Padece usted de insomnio u otros trastornos del sueño?
- ¿Siente que se va haciendo menos efectivo con los cuidados del enfermo?
- ¿Se encuentra fatigado con mucha frecuencia?, ¿piensa que esta fatiga le supone un notable esfuerzo físico?
- ¿Cada vez tiene menos tiempo libre para usted mismo y nota una importante restricción en otras actividades que antes podía hacer sin problemas?
- ¿Se han visto trastocados los hábitos básicos de su familia?
- ¿Ha tenido que cambiar sus propios planes personales tales como vacaciones, salidas, compras de la casa?
- ¿Siente que no le llega el tiempo y que siempre va con prisas?
- ¿Ha sufrido usted cambios emocionales (angustia, ansiedad, depresión, obsesiones)?
- ¿Le resultan desagradables o muy molestos ciertos comportamientos del paciente?
- ¿Le resulta doloroso darse cuenta de los cambios que está sufriendo el enfermo? ¿y de los cambios que está sufriendo usted?
- ¿Ha tenido que modificar importantes aspectos de su trabajo laboral?
- ¿La enfermedad del enfermo le supone una carga económica importante?
- ¿Se siente desbordado por la situación?
Corrección del test:
Si ha contestado positivamente a 7 o más preguntas del test quiere decir que, actualmente, usted está soportando un alto nivel de tensión personal y que debe ser controlado.
Si las respuestas positivas son 11 o más señala un riesgo muy elevado de padecer un síndrome de cuidador.
CONSIDERACIONES FINALES.
El progresivo envejecimiento de la población está haciendo ya del problema del cuidador un tema de primerísima magnitud; por tanto, la sociedad y las instituciones públicas están obligadas a ayudar y apoyar a las familias afectadas.
Se hace necesario impulsar el reconocimiento social de las personas cuidadoras, favoreciendo en su caso, una orientación para la integración en el mercado laboral.
Los servicios sociales tienen un importante papel a la hora de brindar los diferentes tipos de apoyos a las familias y a las comunidades. Han de intervenir de tal manera que contribuyan a la conciliación de la vida familiar, personal y laboral de las personas y, por supuesto, a la igualdad de hombres y mujeres en los cuidados.
No es, en absoluto, por tanto, momento para escatimar recursos y medios por parte de las administraciones públicas, más bien debiera ser todo lo contrario.