Ética (V). El maltrato al paciente con demencia senil
La preocupación por el tema del maltrato de personas con demencia senil es cada día mayor.
Maltrato del anciano sería todo acto u omisión sufrido por una persona de 65 o más años, que vulnere su integridad física, psíquica, sexual o económica, o bien que atente contra su autonomía o contra alguno de sus derechos fundamentales, con independencia de la intencionalidad y del medio donde ocurra (familiar, comunidad e instituciones).
Puede darse en cualquier lugar practicamente: en el ámbito de instituciones como las residencias geriátricas (por parte de los profesionales o de otros residentes ) o incluso en el propio domicilio (violencia familiar o doméstica).
También se clasifica en maltrato por acción o por omisión (este último es más frecuente).
Como ocurre con todos los tipos de maltrato, el psicológico es más frecuente que el físico.
Se calcula que alrededor del 6% del total de personas de más de 65 años lo sufre. Pero cuando hablamos de pacientes con demencia senil las cifras se disparan hasta casi el 25%; por tanto, aproximadamente uno de cada cuatro pacientes con demencia va a sufrir algún tipo de maltrato.
En residencias se da en el 10% de enfermos ingresados; es, por tanto, el doble de frecuente que el producido en domicilio (alrededor del 5%).
Las mujeres tienen un riesgo doble que los hombres de ser maltratadas.
Este problema con frecuencia es muy difícil de detectar debido al aislamiento social que a menudo sufren estos enfermos, su negación o su incapacidad de comunicarlo, la aún escasa concienciación de los profesionales y la discriminación que habitualmente sufren estos pacientes.
A) TIPOS DE MALTRATO.
- Físico: sería todo tipo de daño corporal, dolor o deterioro físico, producidos por violencia no accidental, o sea, de forma intencionada.
- Psíquico: producir al enfermo tristeza, miedo, sentimientos de indignidad; también se incluyen las burlas, la intimidación o humillación, infantilización (tratarle como a un niño pequeño), indiferencia, aislamiento y falta de respeto. Algunos estudios recientes indican que hasta el 60 por ciento de los enfermos con demencia senil pueden sufrir, en algún momento, agresiones verbales.
- Sexual: abarcan los gestos, insinuaciones, exhibicionismo... o el contacto sexual de cualquier tipo, ya sea por intención o por consumación no consentida por el enfermo.
- Económico: sería la utilización ilegal o inadecuada de fondos, propiedades o recursos, la falsificación de firmas o el obligarle a la firma de documentos con intimidación; también el abuso de fuerza, el uso inadecuado de la tutela o, por ejemplo, la ocupación de su domicilio sin su consentimiento.
- Negligencia: incluye la falta de atención a las necesidades básicas o más importantes del paciente, ya sean alimentarias, de vestimenta, de salud, higiene personal o de vivienda. Es la forma más frecuente de maltrato al enfermo con demencia.
- Abandono por parte del cuidador.
- La violación de sus derechos: derecho a la intimidad, a sus pertenencias...
B) FACTORES QUE FAVORECEN EL MALTRATO.
- Por parte del enfermo: la fragilidad del anciano (por desgracia, cuánto más débil es el enfermo, más maltrato puede recibir). Tener episodios de agitación y agresividad también lo favorecen. Factores sociales como el aislamiento (no puede quejarse, nadie lo ve), la pobreza y la falta de medios económicos, la convivencia hostil en el domicilio (sobre todo cuando existía previamente mala relación del cuidador con el enfermo...).
- Por parte del maltratador: cuidador sobrecargado, con poca autoestima o con problemas psiquiátricos como ansiedad, estrés, depresión...También los problemas económicos pueden ser causa de maltrato al enfermo con demencia, sobre todo cuando el enfermo supone un importante gasto de dinero...
¿Cual sería la situación típica de maltrato?: el familiar cuidador que presenta síntomas de ansiedad, estrés o depresión y que ha de atender a un paciente dependiente, hostil y con periodos de agitación... sobre todo si previamente ya no existía una buena relación con el enfermo.
C) CONSECUENCIAS DEL MALTRATO.
El maltrato puede anular como persona a cualquier individuo previamente sano; en un enfermo con deterioro cognitivo los efectos son auténticamente devastadores.
Por desgracia, una vez más, las frases del tipo "si no se entera de nada", "a él le gusta que se le trate con dureza para animarse...", "es que tengo muchas cosas que hacer y no puede perder mucho tiempo con él" y otras barbaridades por el estilo son bastante más frecuentes de lo que nos podemos imaginar.
El maltrato puede generar en el enfermo sentimientos de poca autoestima que incrementan los ya producidos habitualmente por la demencia senil. La sensación de "no servir para nada" y de "no ser más que una carga", tan habituales en las primeras fases de la enfermedad pueden agravarse notablemente si el paciente, además, es víctima de maltrato.
La consecuencia lógica es que estos pacientes padecen con muchísima frecuencia cuadros ansiosos y depresivos, llegando a experimentar auténtico terror ante la presencia del maltratador. Se da la paradoja, además, de que el maltratador no suele ser consciente de estar infligiendo tal daño psicológico al enfermo.
Está comprobado que los problemas psicológicos incrementan el riesgo de infecciones porque parece que el enfermo ansioso, deprimido, estresado, tiene una clara tendencia a presentar menores defensas inmunológicas frente a los microbios. Por todo ello, el paciente maltratado con demencia senil presenta con mucha frecuencia infecciones de todo tipo (respiratorias, infecciones de orina, cutáneas, digestivas (diarreas )...).
Reseñemos, por último, que el enfermo maltratado tiene un pronóstico o esperanza de vida mucho menor que la de el paciente con demencia senil tratado con cariño y respeto.