Capacidades Funcionales. Actividades Instrumentales de la Vida Diaria
Las Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (o AIVD) son tareas más complejas que las ABVD del apartado anterior. Su realización requiere un mayor nivel de autonomía personal y capacidad para tomar decisiones y resolver problemas de la vida cotidiana.
A diferencia de las actividades básicas, las instrumentales son aquellas que realizamos para interactuar con nuestro entorno, e incluyen el cuidado del hogar, el trabajo fuera de casa, o el manejo del dinero, entre otras.
- Trabajo:
Como es de imaginar, el trabajo es uno de los primeros ámbitos en sufrir las consecuencias de la enfermedad de Alzheimer, si es que la persona sigue en activo cuando la enfermedad empieza a mostrar sus síntomas. El grado de eficiencia y de responsabilidades que el paciente puede asumir empieza a descender, por lo que la persona, probablemente tras un corto periodo de tiempo, se ve obligada a abandonar su puesto de trabajo.
- Preparación de las comidas:
La capacidad para preparar la comida requiere un alto nivel de planificación y de atención que se ven dañados ya en los inicios de la demencia. Esto supone la necesidad de supervisión casi desde el comienzo para evitar que la persona enferma olvide la cocina encendida o sirva alimentos en mal estado, por ejemplo.
- Administración del hogar:
Dentro de esta categoría se incluyen todas aquellas tareas que se destinan al cuidado y mantenimiento de la casa, como la limpieza de suelos, cristales, la vajilla o la ropa. Al igual que la preparación de la comida, este tipo de actividades requieren un alto nivel de planificación, iniciativa y secuenciación, por lo que ya en los estadios iniciales pueden verse alteradas. En el momento que se detecten los primeros síntomas de la enfermedad y ésta sea diagnosticada, es importante supervisar estas tareas, pues pueden suponer un peligro para la seguridad de la persona.
- Administración económica:
El manejo del dinero de manera adecuada y racional supone la provisión de todas las necesidades de la persona enferma y su hogar, así como que el dinero no sea derrochado de otra forma. No incluye solamente las compras diarias, sino también la administración de propiedades y cuentas bancarias. Dado que la capacidad de planificación se ve pronto alterada, afecta directamente a la administración del dinero. Sin la supervisión apropiada, el paciente puede olvidar cubrir sus necesidades básicas, o hacer un mal uso del dinero que ponga en peligro su salud o su situación económica. Este aspecto suele estar relacionado con la incapacitación legal de la persona enferma, para que sus familiares pueden tomar decisiones por ella, tema del que hablaremos más adelante.
- Cuidado de la salud:
Los cuidados de la salud comprenden una dieta equilibrada, la realización de ejercicio físico y la toma responsable de los medicamentos que el enfermo tenga prescritos. La aparición de pequeños olvidos en el inicio de la enfermedad influyen principalmente en esta última parte, la de la toma de medicamentos. Por ello es importante supervisar a la persona con Alzheimer y utilizar recursos que ayuden a la planificación como pastilleros para organizar los fármacos o apuntes en calendarios u horarios de tomas o citas médicas.
- Utilización de medios de transporte:
Bajo este apartado se incluye la capacidad para desplazarse de un sitio a otro utilizando los distintos medios de transporte disponibles. Al inicio de la enfermedad se ve afectada la habilidad para conducir cualquier vehículo, puesto que se altera la orientación y se pueden producir peligros que repercutan en la seguridad, como el uso del cinturón o el significado de una señal de tráfico concreta. Estos aspectos también pueden influir en el uso de los transportes públicos, por lo que la mejor opción es que, una vez detectados los primeros síntomas, la persona que sufre Alzheimer se desplace de un lugar a otro acompañada de otra persona.
