El Reiki y sus Efectos
Los efectos de sanación del Reiki generalmente producen una armonización completa y multidimensional en las distintas esferas del ser humano, transformándolo y desarrollándolo interiormente.
Se estimulan y despiertan las fuerzas internas de autosanación.
Se equilibran los centros y circuitos energéticos y las funciones metabólicas del cuerpo.
Se alivian las tensiones musculares y los dolores.
Se liberan las emociones reprimidas, armonizándose en el proceso la esfera psico-afectiva de la persona.
Aumenta el nivel energético, proporcionando vitalidad física y anímica, revitalización orgánica y rejuvenecimiento de todo el organismo.
Se produce un estado de profunda relajación, de calma mental y serenidad de espíritu.
Se desarrolla y se expande la conciencia a través de un estado íntimo de autoconocimiento.
Se descubren las causas profundas del malestar del cuerpo y de la mente, llegando así a la raíz de la enfermedad situada a menudo en la dimensión psicoafectiva y existencial de la persona.
Se sana el ser en su totalidad.
En los diferentes casos, que pueden variar de una persona a otra, e incluso de una sesión a otra, tanto el paciente como el sanador experimentan vivencias absolutamente personales.
Así como: sensaciones físicas de calor o de frío, flujo de energía, vibraciones, cosquilleo, emociones, imágenes, recuerdos, estados anímicos, visualizaciones, ensueños, sonidos, mensajes del inconsciente, memorias de vidas pasadas, momentos reveladores, interiorizaciones, sentimientos de paz y amor, etc., constituyen experiencias únicas e individuales que se viven por cada persona de una forma diferente.
El efecto sobre las plantas y los animales, que también se benefician de la energía universal, elimina la posibilidad del efecto placebo.
También se han hecho experimentos con semillas y germinados, que se desarrollan mejor al ser tratados con Reiki.
Una demostración científica clásica son las fotografias Kirlian, que tomadas antes y después de un tratamiento, y, sobre todo, de una iniciación de Reiki, demuestran que tanto el sanador como el paciente o alumno han aumentado notablemente la luminosidad, densidad y tamaño del aura.