Meditación de Iniciación Reiki

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Deberás buscar un momento de plena intimidad contigo mismo, sobre todo en las primeras veces que decidas hacer esta meditación.

Toma tres respiraciones lentas y profundas, suaves y consciente.

Esto con la intención de entrar rápidamente a un estado de relajación, paz y tranquilidad.

Ahora piensa en una situación en la que alguna vez sentiste mucha emotividad, mucha felicidad, una de aquellas sensaciones que un día viviste y piensas que nunca jamás algo tan fantástico y maravilloso pueda volverte a suceder.

Ejemplos: (Algunas personas vivieron su primer beso como algo que sacudió todo su cuerpo, es inolvidable y ¿podrá a repetirse nuevamente?

Hay madres que recuerdan el parto como el momento más maravilloso que jamás hayan vivido.

Otras personas a lo mejor un día amaron como nunca han amado y, que en esos momentos hubieran entregado el todo por el todo.

Pues bien ese es el  sentimiento que deberíamos evocar en nuestra mente para que nuestro cuerpo entero manifieste esa sensación.

Después que ya hemos logrado evocar esos maravillosos momentos y que nuestro cuerpo ha cambiado su estado y sus vibraciones, es cuando debemos dar el siguiente e importante paso:

Llevamos nuestra atención al corazón, lo llenamos de luz y simplemente repetimos mentalmente este mantra:

“MI QUERIDO DIOS, YA ESTOY AQUÍ, CONTIGO”

Esta es una muy alta expresión de comunión entre DIOS y tú.

No necesitas complicados ejercicios de respiración, de concentración, ni de preparación, ni mucho menos de meditación.

Esto es tan sencillo como suena “MI QUERIDO DIOS, YA ESTOY AQUÍ, CONTIGO”

Cuando decimos “MI QUERIDO DIOS, YA ESTOY, AQUÍ, CONTIGO”, quiere decir que a partir de ese momento, somos nosotros que estamos en comunión con DIOS, porque por momentos hemos tomado conciencia de que ÉL está en nosotros.

Porque no se puede decir, mi querido DIOS, ahora estás en mí y conmigo.

Porque DIOS desde tiempos inmemorables, siempre ha estado a nuestro lado y no ha habido micras de segundos que ÉL nos haya olvidado.

Y cuando lo recordamos es: Cuando podemos decir “MI QUERIDO DIOS, YA ESTOY AQUÍ, CONTIGO”

Antes de continuar hay algo que debo decirte:

Si tú llegas a repetir con conciencia, conscientemente y completamente abandonado y repites mental, pausada y profundamente: “MI QUERIDO DIOS, YA ESTOY AQUÍ, CONTIGO”

Yo te aseguro que antes de llegar a la décima repetición, tu garganta se ahoga por la emoción y tus ojos se inundan de lágrimas.

Solamente hazlo en tu intimidad, no tienes nada que demostrar a nadie.

Ahora llena de luz todo tu plexo y con toda conciencia respira desde ese punto.

Tu mente y atención están en el plexo y en el corazón, y continuas respirando desde el plexo.

Ahora has respiraciones lentas, profundas y plenamente conscientes de que el aire entre en tu plexo y se expanda por todo tu cuerpo y luego, que el aire sale de tu plexo.

Recita tu mantra personal mientras estás practicando esta respiración (con el que te sientas más identificado y logres conectarte a un estado superior con mayor facilidad.

 

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Hay una gran diferencia entre consciente y conociente.

Conoce la esencia y el significado del mantra, para que así las mismas energías mántricas, se activen, porque hay consciencia.

La realidad es que deberíamos aprender a vivir estos momentos siempre que lo queramos.

La parte más importante de todas es:

¿Cómo te estás preparando?

¿Cuánto tiempo llevas preparándote?

La fruta no podrás disfrutarla si la comes verde.

El proceso real es que para disfrutar de todo su sabor es que madure.

No puedes ir a tu iniciación verde como la fruta verde.

Prepárate para el momento mismo de iniciación, y si te has preparado bien y concientemente ya no es una iniciación temporal que termina cuando ya te iniciaste, sino que la iniciación continúa creciendo dentro de tu mismo ser y para siempre.

La confirmación de ello está, en que cientos de veces vivirás preciosas experiencias y realizaciones.

ESTE ES EN SÍ EL POEMA DE LA INICIACIÓN.

No importa la posición, si te inicias, si te reinicias o si eres tú, quien estás dando la iniciación o las iniciaciones.  

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