Técnicas de Protección con Reiki

 

reiki

Reiki no posee ningún aspecto negativo, porque es Energía de Amor la que mueve y sostiene al universo, lo que significa que no es bipolar, esta característica que posee, de ser energía de un solo aspecto (Amor) le permite incorporarse a todos los órdenes, mejorando siempre nuestra calidad de vida, llevándonos en forma continua y concreta al equilibrio de nuestro cuerpo, mente, emociones y espíritu.

 

Esto le confiere la tranquilidad y seguridad de saber que nunca podremos hacer daño con ella, ni a nosotros ni otros, pues el Amor genera más Amor. 
 


Pero dentro de la práctica de Reiki, en algunas ocasiones nos vemos enfrentados a situaciones que se escapan de lo cotidiano, como por ejemplo, ruidos extraños, aparición de luces o "chispitas" de luz alrededor nuestro, sombras que se mueven sobre o debajo del entorno donde estamos aplicando Reiki, percepción de seres o personas a nuestro alrededor, voces que no logramos comprender, sensaciones físicas de electricidad, piel erizada, sensaciones de frío y/o calor intensos, etc.

 

Estas son algunas de las cosas que suceden al practicar Reiki, no son ni buenas ni malas, son información que se manifiesta en forma sensorial, para que las registremos y podamos descifrarlas, pues algo nos quieren decir. 



Al aplicar Reiki a personas o lugares que están "cargados" de energía densa o "pesada", (es decir, que la energía del ambiente o de la persona que estamos tratando, no está equilibrada) nos enfrentamos a una situación en donde requerimos de un conocimiento más profundo y concreto de Reiki, pues la diferencia de energía que se produce al aplicar Reiki, a veces "libera" esa densidad que está en el entorno etérico del consultante o receptor de Reiki, produciendo reacciones como las antes mencionadas y para las cuales la gran mayoría de los reikistas, no está preparado debidamente.

 

Además si esa energía densa no se transmuta o libera de forma correcta, queda en el ambiente y se va lentamente "adueñando" del lugar donde la liberamos, produciendo todo tipo de contratiempos y "molestias" en el entorno. 

 

reiki

En base a estos sucesos muchos reikistas abandonan la práctica por miedo, dejándose llevar por la ignorancia o desconocimiento de las leyes que rigen el mundo etérico y espiritual, y en ocasiones por no tener la contención y acompañamiento de su Maestro Reiki, quienes en muchas ocasiones, desconocieron estos sucesos, porque nunca se atrevieron a ver más allá de su interés material, por no poseer una entrega real a Reiki o por no tener una formación tradicional y correcta del Sistema. 



Reiki, posee herramientas poderosas y concretas para lidiar con estas energías, pero están más allá de los tres símbolos del segundo nivel, provienen de distintas líneas, como la Tibetana, Egipcia, Chamánica, Hindú y Japonesa, entre otras. 

 

Los primeros Maestros de Reiki, conocían muy bien estas energías, por eso transmitían Reiki en un lapso de tiempo tan largo, por ejemplo un Primer Nivel se daba en 2 años, el Segundo Nivel podía durar hasta 5 años en completarlo, y la Maestría se daba en no menos de 10 años.

 

Esto tenía que ver principalmente con el conocimiento que se daba sobre las leyes del universo, la energía espiritual, las manifestaciones espirituales y energéticas positivas o negativas, y como canalizar las energías densas u oscuras hacia la luz, como trabajar con nuestros miedos, nuestras limitaciones, nuestro apego y demás situaciones que no permiten que evolucionemos en nuestra existencia terrenal. 



"La técnica de Reiki está incorporada desde 1995 al contexto de las prácticas terapéuticas alternativas complementarias reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS)"

 

Contenidos que te pueden interesar
Este sitio usa cookies para personalizar el contenido y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico. Ninguna cookie será instalada a menos que se desplace exprésamente más de 400px. Leer nuestra Política de Privacidad y Política de Cookies. Las acepto | No quiero aprender cursos gratis. Sácame