Ciclo Radical. Grado 7 - 8 Parte II
Al día siguiente, en la sala, el doctor Caycedo empezó con la teoría y con la historia de la sofrología. Estos dos grados continúan con la profundización de la energía a niveles más profundos que los grados 5 y 6, Nos habló sobre los diferentes tipos de energía y en que sistema se encuentra cada uno de ellos.
En las prácticas aprendes a dirigir la emergía del cuerpo, a subirla y a bajarla de sistema, para disponer de más allí donde se necesite y a reducirla, cuando haya demasiada en cualquier sistema.
También se trabaja con programaciones positivas, lo que es muy interesante para afrontar el futuro y el presente de una manera relajada.
Hay una técnica frónica específica por cada grado. Al igual que la vez anterior, el doctor Caycedo y Natalia dictaron ambos grados y ambas técnicas.
La sensación de paz profunda que se experimento en la sala era sensacional. Yo recuerdo que había momentos en que nada, nada perturbaba esta armonía, a lo que en sofrología se le llama momento Isocay, y esto es lo que se pretende, que los momentos sean cada vez más extensos, pues son momentos de total sosiego pero no inactivo, uno se siente totalmente lúcido y se puede elegir mejor que pensar y que hacer, desde la calma, con una sensación de confianza enorme. A medida que se practica la sofrología, esto se expande, no es que no se tengan problemas, sino que se van afrontando de manera diferente, con serenidad, con optimismo, con confianza.
La sofrología nos suministra herramientas suficientes para ayudarnos a levantarnos cada vez que uno cae. Es como ir en bicicleta, uno aprende aprendiendo, nadie puede hacerlo por ti, tu lo vas consiguiendo poco a poco, lo mismo pasa con la consciencia.
El curso terminaba y ya nos estábamos preparando para el año siguiente, serían los últimos grados estábamos expectantes de cómo serían.
Antes de marchar, conocí a Chelo. Oí una voz, una voz muy poco frecuente hoy en día, una voz suave, casi de niña que me preguntó si vivía en la provincia de Alicante. Era Chelo, ella vivía en Teruel pero se trasladaría en breve a Benidorm y alguien le había dicho que yo era de la zona. Desde entonces somos amigos, y ella conoce a mi familia, pues ha venido a mi casa. Gemma y yo también la hemos visitado. También ha hecho mucha amistad con Roberto, que es un alumno de Relajación dinámica, de hecho fue el primer alumno que tuve y que todavía continua con el entrenamiento sofrológico porque le apasiona también.