Liberación emocional
Al igual que nos aferramos a hábitos, personas, situaciones… también nos quedamos anclados/as a emociones y sensaciones vividas.
A lo largo de nuestra vida vamos viviendo experiencias que generan diferentes emociones y sensaciones en nuestro interior, quedándonos anclados/as a esos momentos, a cada pensamiento y emoción que se genera en ese instante.
Algunas de esas emociones podemos reconocerlas porque llevan mucho tiempo con nosotros/as, solemos percibirlas al instante por su elevada intensidad, son como nubes que nos envuelven hasta dejarnos sin fuerzas, inmóviles...
Cada una de esas emociones “poco saludables” están en nuestro interior desde hace mucho, cada una de ellas suele despertarse con una situación, forma de actuar de otra persona o palabras concretas que nos recuerdan a una situación ya vivida. Lo importante es empezar a tomar conciencia de que no son las personas ni su forma de actuar las que generan esos sentimientos en nosotros/as, sino que esas experiencias conectan con un recuerdo gravado en nuestra memoria.
El camino hacía la libertad interna, hacía la autenticidad, comienza con la DECISIÓN de liberarte de esos sentimientos, que pertenecen al pasado, pero que ya no tienen ninguna función en el PRESENTE.
Ejercicio propuesto:
Toma conciencia de esos instantes, en los que esa sensación conocida empieza a envolverte, párate, siéntela por unos minutos, agradece la función que ha tenido hasta ese momento, reconoce cada palabra que te viene, cada pensamiento y déjala ir, como si de una nube se tratara.
Desde ahora mismo, puedes iniciar el camino para liberarte de viejos patrones y sensaciones que ya no te sirven.
Comienza este ejercicio dando por hecho que las emociones son Energía en movimiento que se ha quedado estancada, tu trabajo y responsabilidad consiste en dejar ir cada uno de esos sentimientos que están impidiendo que vivas en plenitud.