Respiración profunda para eliminar tensiones
La respiración profunda es una simple, pero potente, técnica de relajación.
Es fácil de aprender, se puede practicar en cualquier lugar, y proporciona una manera rápida de mantener los niveles de estrés bajo control.
La respiración profunda es la piedra angular de muchas otras prácticas de relajación y se puede combinar con otros elementos relajantes como la aromaterapia y la música.
¿Cómo se puede practicar la respiración profunda?
La clave para la respiración profunda es respirar profundamente desde el abdomen, obteniendo todo el aire fresco posible para tus pulmones.
Cuando respiras profundamente desde el abdomen (en lugar de hacer respiraciones cortas desde tu parte superior del pecho) inhalas más oxígeno.
Al sentirte estresado, tómate un minuto para disminuir la velocidad y respirar profundamente realizando el siguiente ejercicio:
Siéntate cómodamente con la espalda recta, colocando una mano en el pecho y la otra en el estómago. Ahora inhala por la nariz.
La mano sobre el estómago debe levantarse.
La mano en el pecho debe moverse muy poco.
Exhala por la boca, expulsando el aire tanto como puedas mientras contraes los músculos abdominales.
La mano sobre el estómago debe moverse al exhalar, pero la otra mano debe moverse muy poco.
Continúa respirando por la nariz y exhalando por la boca.
Trata de inhalar suficiente aire para que la parte baja del abdomen se eleve y contraiga.
Cuenta lentamente mientras exhalas.
Si tienes dificultades para respirar desde el abdomen mientras estás sentado, trata de acostarte sobre el suelo. Coloca un pequeño libro sobre tu estómago y trata de respirar de manera que el libro se eleve mientras inhalas y caiga mientras exhalas.