Tipos de respiración
A pesar que todo proceso respiratorio sigue un patrón similar en todos los casos, podemos encontrar tres tipos de respiraciones:
La Respiración Clavicular
Esta respiración se centra en la parte más alta de los pulmones y especialmente en las clavículas.
Es un tipo de respiración más corta y pobre, ya que, el aire que alcanza a llegar a los pulmones es bien escaso.
Por lo tanto, es la forma de respirar menos recomendable.
El predominio de un tipo de respiración clavicular se encuentra relacionada con personas que sufren ansiedad, hiperactividad, tensión nerviosa, etc... debido a que con este tipo de respiración no dejamos que entre suficiente aire en los pulmones.
La Respiración Torácica
También es conocida como respiración costal.
Este tipo de respiración centra la respiración en la parte media de los pulmones.
Durante la inspiración, se llena la parte media de los pulmones de aire dilatando al mismo tiempo el tórax.
En la espiración, el descenso de las costillas permite la expulsión del aire de los pulmones.
Este tipo de respiración es muy recomendable realizarla, pues a la vez que la respiración abdominal permite la entrada de un volumen de aire mucho mayor en los pulmones.
Respiración Abdominal o Diafragmática
Es el tipo de respiración más común de las tres que existen y se centra en el abdomen.
Es la más recomendable debido a la intervención del diafragma, que permite una mayor expansión de la caja torácica y por tanto un mayor volumen de aire en los pulmones.
Además, debido a esta mayor expansión pulmonar, se concentra una alta cantidad de aire en la parte baja de los pulmones que, al contener más cantidad de sangre, provoca una mayor oxigenación de ésta.
Otra de las ventajas que este tipo de respiración presenta con respecto a las anteriores es que requiere una menor cantidad de esfuerzo, ya que, los músculos torácicos no se ven prácticamente implicados en el proceso de respiración.