Su primera comunión

Se acercan las comuniones, y con ello las dudas de cómo, dónde y con quien celebrarlo. En primer lugar, hay que tener en cuenta que es una fiesta para niños, y como tal todo debe estar pensado para ellos.

Consultar con el niño/niña los detalles hará que se involucre en su fiesta y que sea a su gusto en la medida de lo posible. 

Al igual que en las bodas, se hace un aparte para los niños, en las comuniones debe hacerse un aparte para los adultos.

Lo normal es que asistan muchos más niños que adultos, ya que, a excepción de la familia y amigos íntimos, los niños son acompañados por los padres, pero se van para volver a recogerlos a una hora estimada.

Hay que pensar un menú con ingredientes sencillos pero con una presentación llamativa. Mejor no gastar de más en platos sofisticados, muy pocos niños tendrán la paciencia de permanecer el suficiente tiempo en la mesa para apreciarlo. A la mínima saldrán corriendo para jugar y no volverán hasta el grito de "ya está aquí la tarta". Momento al que también hay que darle protagonismo con música a gusto del niño/a, y avisando al encargado de inmortalizar el momento en fotografía y/o vídeo.

Mejor poco aperitivo a compartir, un plato único combinado y vistoso será suficiente.

En cuanto al lugar del evento,  lo ideal es contratar en algún lugar que disponga de espacio al aire libre, para que campen a sus anchas. Si esto no es posible al menos que disponga de lugar suficiente para dar rienda suelta a su irremediable actividad.

Es recomendable probar con antelación el menú; los padres y el niño o niña. Así podremos cambiar algún detalle que no convenza y precisar todo lo concerniente al desarrollo del banquete.

Si se trata de pocos invitados, la posibilidad de hacerlo en casa, reduce el coste y se consigue un ambiente más familiar. También depende de si asumimos todo el trabajo, incluido la preparación del menú, o contratamos un servicio de catering. En este caso, mejor considerar la posibilidad de un buffet y así poder preparar casi todo con antelación. 

La mesa de los adultos en lugar discreto, pero dónde se pueda divisar bien a los niños. 

Al contrario de las bodas, no es necesario disponer de un cóctel o aperitivo previo. En todo caso algo de bebida, para la espera del momento de entrar al lugar del banquete.

Y aquí, sobre todo si es niña, si podemos poner en marcha el protocolo de una boda de entrada al salón. Una melodía elegida por el protagonista del evento le hará sentirse “importante” mientras acompañado de sus padres hace el recorrido hasta su lugar preferente en el banquete, con aviso previo a los invitados de que aplaudan su entrada.

Una forma de conseguir un ambiente acogedor e infantil es decorar con globos en sus colores favoritos.

También es posible elegir un tema a gusto del niño y decorar completamente o con algunos sencillos toques a discreción. El nombre del niño o niña debe figurar vistosamente tanto en el plano de mesas (si lo hay) como en las minutas, (tarjetas de menú), en la mesa de los regalos, dulces o cualquier otro sitio de honor.  

Si colocamos un photocall a tono con el resto de la decoración y por supuesto dónde figure el nombre del niño/a y fecha del acto, lograremos un lugar con encanto para las fotos, y a buen seguro serán subidas automáticamente a las redes sociales para deleite de todos.           Quizás hasta se consiga un trending topic 

En cuanto a la animación, el típico espectáculo de antaño del payaso pasó a la historia, además de que hoy día los niños están mucho más espabilados, comulgan con mayor edad y no le harán ni caso, se aburrirán.

Lo mejor, es un DJ que pinche música acorde a tan exigente público. Bailar siempre les gusta, y si además se acompaña con algún juego o concurso, estarán entretenidos. Es buena idea contratar a un animador profesional, y concretar con él, según la edad de los niños invitados, el tipo de juegos.

Hay que tener previsto un resopón de media tarde con algunos bocadillos y bollería. A esa hora tendrán más apetito que en la comida. Disponer un "kiosko" o mesa de dulces con una llamativa decoración será todo un acierto para que los niños se sirvan ellos mismos según les vaya apeteciendo.

Y también prever algo para los padres cuándo van a recoger a sus hijos; es normal invitarles a tomar una copa. 

Lo más importante es que el protagonista se sienta a gusto con su fiesta y que sea un día del que le quede un fantástico recuerdo. 

"La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras"

 - Jean Jacques Rousseau -