Cómo incorporar la perspectiva de género en las aulas en 5 puntos

Hoy nos fijaremos en 5 puntos que hemos de considerar y que nos ayudarán a incorporar la perspectiva de género en nuestra labor como docentes.

Si estás interesada/o en el tema y tener más herramientas te remitimos al curso: Formación para el profesorado. Educación con perspectiva de género.

Aunque, hemos de ser conscientes que las desigualdades y discriminaciones que se producen en las aulas no sólo vienen dadas por cuestiones de género. También la racialización, la clase social, la orientación sexual, son algunas de las categorías que producen discriminaciones y desigualdades.

De manera que hemos de tener en cuenta las diferentes categorías a la hora de abordar los 5 puntos que aquí proponemos.

1. Auto-análisis docente

Para poder trasmitir algo de forma coherente y que llegue a nuestro alumnado hemos de ver dónde estamos nosotras/os.

Para esto nos puede ayudar el curso: Estereotipos sexistas ¿qué son y cómo detectarlos?

Todas las personas (en la mayoría de las sociedades) hemos sido socializadas en un sistema que, hasta el momento, es patriarcal.  Esto quiere decir que hemos tenido un desarrollo de vida en el que se han potenciado roles, estereotipos, emociones, entre otras, que son diferentes en función de si se nos ha identificado y nos hemos identificado como mujeres o como hombres. Teniendo en cuenta el binarismo de género y le heteronormatividad del sistema.

Hemos de ser conscientes de cómo nos atraviesa a nosotras el género y cómo lo expresamos. La auto-revisión se hace necesaria.

2. Tiempos

Cómo usamos nuestros tiempos en las clases. A qué contenidos le damos más tiempo y a qué menos.

Cómo organizamos los tiempos: explicación, intervención del alumnado (cuánto tiempo intervienen las diferentes personas), reflexión, trabajo individual, trabajo en equipo.

Cómo implicamos al alumnado en la organización de los tiempos.

Cómo vivencia y usa el alumnado los tiempos.

Qué hace el alumnado con su tiempo en los descansos de las clases. Qué diferencias hay.

3. Espacios

Qué diferentes espacios ocupan las personas en las clases. ¿Hay diferencias en la ocupación de espacios entre alumnas y alumnos, o entre alumnas/os inmigrantes y no inmigrantes, etc.?

Qué diferentes espacios se ocupan en los tiempos libres de las clases.

Cómo se relacionan en los espacios: juego/charla en un rincón, en lugares más abiertos, dentro/fuera del edificio, etc.

4. Lenguaje: corporal, verbal, visual

Analizar nuestro uso del lenguaje y aprender lo que implica lo que decimos. Para esto os recomendamos el curso Lenguaje Incluyente.

Ser conscientes a la hora de elección de las imágenes que usamos en nuestras clases. Hacernos responsables de elegir imágenes que reflejen una realidad diversa.

Ser conscientes de nuestro lenguaje corporal y de lo que nos transmite el alumnado con el suyo.

5. Materiales y currículum

Ofrecer variedad de materiales.

Añadir al currículum aquello que falta. Por ejemplo, los saberes de las mujeres, por ejemplo: recetas de cocina, temáticas relacionadas con los cuidados. Darle valor y resaltar la importancia de todo esto en nuestra sociedad y modo de vida.

Mujeres referentes en la materia que abordemos, no sólo occidentales, sino de varias partes del mundo y con diferentes vidas y vivencias. Así como a personas que estén en los márgenes.

Revisar cómo contamos la historia.

 

Los modelos que nos ofrece la sociedad son limitantes, ya que construyen representaciones de mujer y hombre que bloquean nuestro desarrollo como personas. O mujer blanca heterosexual/hombre blanco heterosexual.

Es necesario enseñaral alumnado a generar sus propios referentes y a cuestionar los modelos con los que les bombardean desde los diferentes medios.

Para enseñar a construir nuevos modelos hemos de proporcionarles nuevas herramientas y capacidades. Si queremos que las cosas sean de otra forma, que haya una igualdad real y efectiva, hemos de educar de nuevas maneras.

Si no cambiamos obtendremos los mismos resultados. Si seguimos transmitiendo ideas patriarcales, desde discursos y actitudes patriarcales, estaremos contribuyendo al fomento de la violencia de género, de la feminización de la pobreza, de la re-victimización de las mujeres, de hombres violentos, etc.

Para cambiar lo que transmitimos hemos de hacer una toma de conciencia individual de cómo somos afectadas por los modelos vigentes. De ahí, mirar a nuestro alrededor e ir cambiando prácticas y discursos propios. Desde este punto, comenzar a trabajar con el alumnado con nuevas técnicas, materiales, objetivos, espacios, etc.

Pequeños cambios producen modificaciones relevantes.