El porcentaje o interés

El interés se puede definir como el pago por el arrendamiento del dinero. Siendo así, en finanzas, es un índice que se utiliza para medir la rentabilidad del ahorro, la rentabilidad de una inversión o, por ejemplo, calcular el costo de un préstamo.

Interés
Interés

 

El interés se encuentra ligado a la historia del propio dinero y a los bancos después. Ya en la Biblia encontramos reminiscencias en, por ejemplo, “la parábola de los talentos” de Mateo. Sin embargo, en la Edad Media, la religión cristiana veía como un pecado (la usura) el préstamo con intereses justificando el hecho de que se creaba dinero desde la nada, por el simple hecho de prestarlo. En base a esto, eran los judíos los que se dedicaban al préstamo convirtiéndose en los núcleos del negocio bancario dando lugar a los primeros casos de préstamos y banca. En el Renacimiento, se consideraba como “justa compensación” por el beneficio que obtenía el prestamista. Y, hoy, el interés se establece como algo legal y, además, está regularizado.

Cuando de rentabilidad de inversión hablamos, no lo hacemos hablando de dinero; lo hacemos hablando del interés obtenido, bien sea positivo o negativo. Me explico. Imaginaros la conversación de estos dos amigos inversores:

- Este mes he ganado 1.000€ en la Bolsa –dice uno.

- ¡Qué curioso! Yo también he ganado lo mismo –le responde el otro.

Seguro que os resulta coloquial, y mucho, esta conversación. Si os dais cuenta, no nos aporta nada. ¿Por qué? Porque no sabemos las cantidades iniciales que han invertido. Si ahora aclaro que el primero invirtió 1.000€ y el segundo 10.000€, la cosa cambia. En el primero, la rentabilidad es de un ¡100%! mientras que la del segundo fue del 10% que tampoco está mal.

Con esto quiero decir que si los resultados los expresamos en porcentajes, la claridad es total y nada tiene que ver la cantidad invertida. En finanzas, por lo tanto, el tipo de interés se expresa en valores porcentuales. Por este motivo, ahorradores e inversores domésticos somos todos iguales: podemos invertir como los grandes pero siendo minoristas. Los valores financieros son los mismos para unos que para otros y cuando suben o bajan lo hacen en igual porcentaje para ambos. Las rentabilidades son las mismas, lo único que cambia son las cantidades de dinero invertido.

Por lo anterior, debemos manejar, como nadie, los porcentajes. En las siguientes entradas hablaré del interés simple y compuesto, el interés nominal (TIN), la TAE (Tasa Anual Equivalente) así como cualquier regla matemática relacionada con todo esto, por ejemplo, la regla del 72.

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