Etnocentrismo
Por etnocentrismo podemos entender la idea de considerar que la cultura propia es superior a cualquier otra cultura, como si fuese el eje alrededor del cual giran el resto de comportamientos o creencias, el centro del universo.
Esto genera una visión negativa del resto de culturas, pues se hace un análisis desde la propia, sin “abrir” la mente a otras formas y actitudes, lo que supondría un enriquecimiento.
Por poner un ejemplo, es como si los europeos critican que en determinadas culturas se coman serpientes o insectos, sin pensar que para estas otras culturas nosotros podemos tener unos hábitos alimenticios digamos que cuanto menos raros o desagradables.
Ninguna cultura es superior a otra, son diferentes, e incluso diría yo, complementarias.
Pero este etnocentrismo sólo trata de desprestigiar al resto de culturas diferentes a la nuestra, no se analiza de una manera constructiva, sino desde el punto de vista de lo negativo.
Este análisis abarca diferentes aspectos tales como la lengua, gastronomía, ocio, religión, hábitos de consumo, etc...
Es una fuente de discriminaciones, conflictos y una barrera prácticamente infranqueable para el aprendizaje que deberíamos tener con respecto a otras formas de vida.
Por contra, también puede existir el caso opuesto, el llamado “etnocentrismo invertido”, que es el que tiene una cultura que se considera inferior a cualquier otra, o lo que es lo mismo, una especie de “complejo” con respecto a otras culturas.