La Marsellesa
La “Marsellesa” es el himno nacional francés, creado como canto o himno de guerra para el ejército del Rin, toda vez que el rey francés declaró la guerra a Austria en 1792.
En el asalto a las Tullerías de ese mismo año, lo federados marselleses que participan en el mismo, entran en la ciudad cantando dicho himno, de ahí su posterior denominación.
Fue creado en Abril de 1792 por Claude–Joseph Rouget de l’Isle, algo que le salvaría de la dura represión del período denominado como “el terror”, pero que le “condenaría” a vivir en el ostracismo el resto de su vida.
Su letra desprende numerosos mensajes patrióticos, resaltando la necesidad de defender la nación y la libertad de la que se goza.
Como himno nacional es adoptado el 14 de Julio de 1795, estando prohibido en algunos períodos históricos.
Letra del himno:
Primera estrofa
¡En marcha, hijos de la Patria,
ha llegado el día de gloria!
Contra nosotros, la tiranía alza
su sangriento pendón. (bis)
¿Oís en los campos el bramido
de aquellos feroces soldados?
¡Vienen hasta vosotros a degollar
a vuestros hijos y vuestras compañeras!
Estribillo
¡A las armas, ciudadanos!
¡Formad vuestros batallones!
¡Marchemos, marchemos!
¡Que una sangre impura
inunde nuestros surcos!
2a estrofa
Qué pretende esa horda de esclavos,
de traidores, de reyes conjurados?
Para quién son esas innobles cadenas,
esos grilletes preparados de hace tiempo? (bis)
Para nosotros, franceses ... Ah! Qué ultraje!
Qué transportes debe suscitar!
A nosotros, se atreven a intentar
reducirnos a la antigua servidumbre!
3a
Cómo! ... Cohortes extranjeras
harían la ley en nuestros hogares?
Cómo! ... Esas falanges mercenarias
abatirían a nuestros fieros guerreros?(bis)
Dios santo! Encadenadas por otras manos,
nuestras frentes se inclinarían bajo el yugo!
Unos déspotas viles serían
los dueños de nuestros destinos!
4a
Temblad, tiranos! Y vosotros, pérfidos,
oprobio de todos los partidos,
temblad! Vuestros planes parricidas
recibirán por fin su merecido! (bis)
Todos son soldados para combatiros.
Si nuestros jóvenes héroes caen,
la tierra produce otros,
listos para luchar contra vosotros!
5a
Franceses, asestad vuestros golpes
o retenedlos, magnánimos guerreros:
perdonad a esas víctimas tristes,
que a su pesar se arman contra nosotros. (bis)
Pero no a esos déspotas sanguinarios,
esos cómplices de Bouillé,
todos esos tigres que, despiadados,
desgarran el seno de su madre!
6a
Amor sagrado de la Patria,
conduce y sostén nuestros brazos vengadores!
Libertad, Libertad amada,
combate con tus defensores! (bis)
Que la victoria, a tus voces viriles,
acuda bajo nuestras banderas;
que tus enemigos, al expirar,
vean tu triunfo y nuestra gloria!
7a
Entraremos en el camino
cuando nuestros mayores ya no estén aquí;
encontraremos sus cenizas
y la huella de sus virtudes. (bis)
Menos deseosos de sobrevivirles
que de compartir su tumba,
tendremos el orgullo sublime
de vengarlos o de seguirlos.