Muro de Berlín
Con el final de la II Guerra Mundial, Alemania va a quedar dividida en 4 zonas (estadounidense, británica, francesa y soviética), algo que también ocurrirá en su capital (Berlín), aunque en este caso se dividirá en 2 bloques; de un lado la zona Oeste (controlado por las potencias occidentales) y del otro la zona Este (bajo control de la Unión Soviética).
Surgirán por tanto dos Alemanias, la República Federal Alemana (occidental y capitalista) y la República Democrática Alemana (soviética y comunista); lo que podríamos definir como la máxima expresión del conflicto de bloques de la “Guerra Fría”.
La RDA sufrirá problemas de abastecimiento en lo que a alimentos se refiere, y las diferencias entre ambas alemanias son cada vez más palpables, lo que provoca que numerosos ciudadanos de la RDA abandonen el país rumbo a la próspera RFA.
Entre estos ciudadanos se encontraban también científicos y altos perfiles laborales, por lo que la RDA no podría seguir permitiendo por mucho más tiempo esta “fuga de cerebros” en particular, ni la de habitantes en general, pues suponía un duro revés para su ideario comunista y los beneficios que supuestamente suponían el vivir en un lugar bajo el citado régimen.
Es por ello que se pone en marcha la denominada “Operación Muralla China”, ideada por Walter Ulbricht en 1961 y mediante la cual el 13 de Agosto de ese mismo año se levantan unas alambradas que a los dos días serán sustituidas por la construcción de un muro; un “muro de la vergüenza” de 3,5 o 4 metros de alto, aproximadamente 155 kilómetros de longitud y fuertemente custodiado por 302 torres de vigilancia, 259 torres de vigilancia canina, 105 kilómetros de fosas antivehículos, 127 kilómetros de vallas electrificadas o con alarma, etc… siendo por tanto una muralla prácticamente infranqueable que trataba de evitar la huida de ciudadanos hacia un futuro mejor.
Pero esto no amedrentó al pueblo de la RDA, que intentó cruzar el muro de innumerables maneras; disfrazados, empotrando camiones contra el muro, en los bajos o maleteros de los coches, en globo, e incluso saltando de los edificios aledaños.
La RDA imponía un sistema policial mucho más férreo de lo que ya era habitual, lo que fue mermando la paciencia de sus ciudadanos, a la vez que la credibilidad del sistema político, asfixiados ambos por el colapso económico del país.
Esto originó numerosas quejas, que fueron aumentando con el paso de los años, hasta que finalmente la situación estalló con una masiva protesta de ciudadanos el día del 40 aniversario del nacimiento de la RDA.
Los acontecimientos se fueron precipitando de manera que el 9 de Noviembre de 1989 se abren los pasos fronterizos entre ambos países, comenzando el flujo “libre” de ciudadanos de la RDA hacia la RFA, siendo destruido 100.000 intentos de cruzarlo y 600 víctimas mortales después de su levantamiento; y acabando con la división de Alemania y de Europa.
Este año hemos celebrado por tanto, el 25 aniversario de la caída del muro.