Operación Barbarroja
La “Operación Barbarroja” es el nombre con el que se conoce a la ruptura por parte alemana del tratado de no agresión que habían firmado Hitler y Stalin.
Stalin sabía que la Unión Soviética era uno de los objetivos de Hitler, pero pensaba que antes de que se produjese el enfrentamiento éste dedicaría sus esfuerzos a tomar Francia y Gran Bretaña.
Francia sufrió una derrota bastante rápida, cumpliéndose una de las condiciones; y el propio Winston Churchill y los servicios de espionaje soviéticos avisaban a Stalin de una inminente invasión por parte alemana.
El líder soviético hizo caso omiso a los informes, de manera que el 22 de Junio de 1941, alrededor de las 3:00 de la mañana, se hizo efectiva.
Los objetivos alemanes serán Leningrado, Moscú y Kiev, hacia donde se dirigirán los ejércitos formados por casi 3 millones de soldados, fuertemente pertrechados y preparados.
El feroz ataque germano se vio repelido por la táctica defensiva que usaron los soviéticos, la denominada táctica de “tierra quemada”, unido al frío del invierno y la fuerte resistencia que el ejército soviético junto con la población civil llevaron a cabo.
Esta inesperada derrota alemana hizo que el resto de países sometidos por Hitler o enfrentados a él ganasen en confianza y fuerza moral, señalando el camino para resistir y ganar a los nazis.