Plan Dawes
Tras la I Guerra Mundial, Alemania va a sufrir una de las peores crisis económicas de su historia, debido especialmente a las desorbitadas sanciones que los vencedores del conflicto impusieron en el Tratado de Versalles al país como “culpable” de tan tremenda guerra.
Evidentemente, Alemania no podía hacer frente a las sanciones, pues se encontraba al borde del desastre económico, aún con la moneda devaluada hasta tal extremo que parecía imposible que el país no entrara en colapso.
El problema no era realmente que Alemania podía quebrar, sino que no podría hacer frente a los pagos e indemnizaciones de guerra a otros países, lo que hacía que estos países (vencedores) no pudiesen afrontar los diferentes pagos y deudas que a su vez tenían con otras naciones (especialmente Estados Unidos); creándose de esta manera un círculo vicioso de difícil salida.
Para tratar de buscar una solución a tan importante problema, los aliados a finales de 1923 deciden crear una comisión que encabezará Charles Dawes, con el fin de buscar una solución a este entuerto.
La propuesta final de Dawes se basó en estabilizar la moneda alemana, flexibilizar los pagos (estableciendo las indemnizaciones mediante cantidades anuales), así como la concesión de créditos (que venían principalmente de Estados Unidos) que aliviasen las maltrechas arcas germanas.
Este plan permitió a Alemania “respirar” un poco y empezar a recuperarse, pero no se llevó a cabo por completo, pues en 1929 y tras el famoso crack de la bolsa de Nueva York este flujo económico se vería interrumpido.