Trienio Liberal (1820-1823) Primeras medidas.
El liberalismo se enfrenta ahora a la aplicación de las reformas aprobadas en la Cortes de Cádiz de 1812 en un país con una realidad social, económica y política como mínimo complicada.
Las primeras medidas adoptadas serán la creación de un cuerpo armado de carácter civil y compuesto por ciudadanos, cuya finalidad será la defensa de la Constitución de 1812 y el régimen liberal; llamado Milicia Nacional.
Se vuelve a suprimir la Inquisición, se recupera la libertad de imprenta, reunión y expresión (lo que dará origen a la aparición de la denominada “opinión pública” al establecerse por primera vez un debate público sobre las acciones que lleva a cabo el gobierno, tanto a favor como en contra).
Los señoríos vuelven a suprimirse, o se intentará, ya que Fernando VII se negó debido a su derecho de veto, no pudiéndose aprobar hasta mayo de 1823… a punto de termina el trienio liberal.
El diezmo se sustituirá por el medio diezmo, aunque evidentemente no alivió la situación de los campesinos.
Se retoma de nuevo la labor desamortizadora, especialmente con los bienes de la iglesia a raíz de la aprobación en Octubre de 1820 del “Decreto sobre supresión de monacales y reforma de órdenes regulares” para tratar de mejorar las mermadas arcas de la hacienda pública.
Los párrocos tendrán la obligatoriedad de explicar a los feligreses la Constitución de 1812 los días festivos y los domingos.
Se aprueba el primer Código Penal y se divide España en 52 provincias.