el origen de la caja registradora
La caja registradora fue inventada por el dueño de un bar de la localidad estadounidense de Dayton alrededor del año 1879.
James Ritty, que así se llamaba el propietario del local, estaba harto de que sus empleados “metiesen la mano” en el recipiente donde estaban las ganancias del día, por lo que decidió poner fin a tal “costumbre”; pues las pequeñas cantidades hurtadas por éstos hacían que sus beneficios al final del día se redujesen a la mínima expresión.
De esta forma, ideó junto a su hermano en 1883 una caja en la que aparecía una tarjeta con una cantidad determinada y que perforaba un rollo de papel marcado con una columna para los dólares y otra para los centavos… aunque realmente no estaba muy lograda.
Pero tampoco vio las posibilidades de su invento y vendió su patente, que finalmente acabó en manos de la National Cash Register Company, que la mejoró y comercializó de forma masiva, obteniendo gran éxito.