el origen de la expresión "armarse la marimorena"
Decimos que se ha “armado la marimorena” cuando nos referimos a que se ha montado una gran trifulca o una pelea de dimensiones considerables.
Pues bien, algo así debió suceder por 1579 en una taberna madrileña regentada por una tal Mari Morena (no se sabe si este es su nombre o si es un apelativo, pues en la época abundaban las Marías y por lo general a las tenderas y mesoneras se les llamaba “morenas” equivaliendo al actual “muchacha” o “chica”) y su marido, los que no quisieron vender su mejor vino a unos soldados según unas fuentes o a unos clientes bastante bebidos según otras; puesto que lo reservaban para un tipo de clientela más distinguida.
Ante tal negativa se armó una pelea de épicas dimensiones, en la que al parecer no quedó de pie ninguna mesa, silla o cualquier tipo de mobiliario; aunque los que peor parados salieron fue buena parte de los allí presentes, que se enfrentaron a los rudos modales y la fuerza de Mari Morena, que golpeó como la que más, causando varios heridos que posteriormente la denunciarían ante las autoridades que fueron a poner paz al local.
Fue tan conocida en la época la citada pelea, que acabó por generalizarse el dicho de “armarse la marimorena” para referirse a grandes trifulcas o altercados.