el origen de la expresión "darse con un canto en los dientes"
Nos podemos “dar con un canto en los dientes” cuando el resultado final de algo es mucho mejor de lo esperado o no todo lo malo que podía haber llegado a ser.
Esta expresión tiene su origen en la antigua costumbre de agradecer la suerte o las buenas actuaciones de los dioses mediante el golpeo o autoflagelación en el pecho con una piedra o canto.
Para incidir más en el agradecimiento se usa en la expresión oral un cambio en el lugar del golpeo, siendo el pecho sustituido por los dientes (sitio más doloroso), dando por tanto mucho más énfasis a la frase.