el origen de la expresión "echar un polvo"

La expresión “echar un polvo” es una manera popular y vulgar de hacer referencia a mantener relaciones sexuales, cuyo origen lo encontraremos en el doble sentido y la ironía que por el Siglo XVIII abundaba en España.

Según la fuente consultada nos encontramos con un origen distinto:

1) En el Siglo XVIII-XIX existía la costumbre de consumir tabaco rapé, un tipo de tabaco en polvo que se llevaba en coquetos estuches y que se introducía por la nariz aspirándolo con gran fuerza, lo que provocaba unos incontenibles estornudos.

Este tabaco era tremendamente consumido por las élites, pero no era considerado de buena educación el hacerlo delante de otras personas, especialmente en reuniones.

Es por ello que se acostumbraba a abandonar la habitación o sala donde se encontraban reunidos para ir a otra a esnifar el tabaco.

A esta acción se referían con “echar un polvo”.

Pero cuando abandonaban la habitación donde se encontraban reunidos no solo consumían tabaco, sino que alguna que otra vez aprovechaban y mantenían furtivos y breves encuentros sexuales con otras personas de las allí presentes, y que con la misma excusa habían abandonado la estancia; originándose de esta manera el giro sexual para esta expresión.

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2) La segunda teoría nos lleva a la fórmula litúrgica “Pulvis es et in pulverem reverteris” (“Polvo eres y al polvo volverás”) popularizada como “Del polvo venimos y en polvo nos convertiremos”; lo que unido al doble sentido de la época, hace que se interprete como el acto sexual, pues si venimos del polvo la ecuación está clara: origen=polvo=cópula.

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