el origen de la expresión "Haber gato encerrado"
Cuando decimos que “hay gato encerrado”, nos referimos a que hay algo oculto o escondido, alguna causa o razón que no sabemos o que no nos quieren contar por algún motivo y que nos hace sospechar.
Pues el origen se remonta hasta el Siglo de Oro español, donde a las bolsas en las que se solía llevar las monedas se les comenzó a llamar “gato”, al parecer por estar hechas con la piel del felino.
Cuando los ladrones observaban a los viandantes para buscar una víctima con dinero solían decir “ahí hay gato encerrado” cuando divisaban a alguien que llevaba oculto entre sus ropajes lo que parecía ser un “gato” lleno de monedas, yendo acto seguido a tratar de robárselo.
De aquí fue derivando hasta el uso que actualmente se le da, y que no tiene nada que ver ni con felinos ni con monedas.